Los medios oficiales sirios han acusado este domingo a grupos rebeldes de haber utilizado "gas tóxico" en su ofensiva en la periferia oeste de Alepo y han informado de 35 casos de asfixia en un barrio controlado por el gobierno, acción que ha confirmado el director del hospital universitario de Alepo, Ibrahim Hadid, que ha definido a los rebeldes como "terroristas".
Una coalición de rebeldes y yihadistas puso en marcha el pasado viernes una gran ofensiva desde el exterior de la ciudad de Alepo con el objetivo de romper el asedio del gobierno de Al Asad a los barrios rebeldes.
"Los grupos terroristas atacaron el barrio residencial de Hamdaniyé con gas tóxico", ha indiciado la agencia oficial Sana, que ha asegurado que los heridos presentaban "espasmos musculares" y "dilatación de las pupilas" de los ojos.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha confirmado también estos casos en dos distritos del oeste de la ciudad sitiada. La periferia, escenario de violentos combates
La periferia de Alepo era escenario el domingo de violentos combates, en el tercer día de la ofensiva de los grupos rebeldes. 38 civiles ha muerto por los disparos de cohetes, según el Observatorio.
Desde 2012, la segunda ciudad de Siria y excapital económica está dividida entre los barrios del este, en manos de los rebeldes, y los controlados por el régimen de Al Asad, en el oeste.
El control de esta ciudad es de importancia estratégica para la guerra, con el propósito de asentar su poder en el norte de Siria, arrasada desde 2011 por una guerra civil que ya ha dejado más de 300.000 muertos y millones de desplazados.
Además, más de 64 rebeldes fueron abatidos en los enfrentamientos, que al menos dejaron 55 muertos entre las filas del gobierno y de los combatientes que pelean junto a ellas, según el OSDH.
La intensidad de los combates era tal que se oían desde los barrios del este de la ciudad, relativamente alejados del frente, según pudo comprobar un corresponsal de la Agencia AFP in situ. Los barrios del este de Alepo, asediados
Los barrios del este de Alepo, donde viven al menos 250.00 personas, se encuentran asediados por el gobierno desde julio llevan sin recibir ayuda humanitaria, amenazados por la escasez de alimentos, según la ONU.
El 22 de septiembre, el régimen de Damasco lanzó una importante ofensiva para recuperar el control de este sector. Pero sus éxitos fueron limitados, a pesar del apoyo brindado por la fuerza aérea rusa y de los bombardeos que dejaron más de 500 muertos, según la ONU, y destruyeron infraestructuras civiles, principalmente hospitales.
La ofensiva está dirigida por Jaish al Fatah, una coalición que reúne grupos rebeldes islamistas como Ahrar al Sham, pero también a yihadistas del frente Fateh al Sham, ex Frente Al Nusra, antigua rama siria de Al Qaida.
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