Juez Merrick Garland, un progresista moderado en la Suprema Corte de EEUU

Al ser nominado por Barack Obama a la Suprema Corte de Estados Unidos, el juez Merrick Garland es premiado por su experiencia y la mesura que supo tener durante su larga y brillante carrera en el Poder Judicial.

Luego de escuchar los halagos del presidente, con las manos pacientemente cruzadas, Garland admitió que el puesto que se le había designado representaba "el honor más grande" de su vida.

El juez de 63 años agradeció a su familia, a sus abuelos, que huyeron el antisemitismo en Rusia y en Europa a inicios del siglo XX, a su padre, un comerciante de Chicago, y a su madre, una mujer con un gran compromiso por la escuela y las actividades sociales barriales.

"Las decisiones de un juez son determinadas por la ley y nada más que la ley", afirmó Garland, quien actualmente es el juez decano de la Corte de Apelaciones de Washington. "Esa ha sido la piedra angular de mi vida profesional", señaló.

A pesar de ser designado por el presidente estadounidense para ser el noveno juez de la Suprema Corte, Garland corre el riesgo de no poder asumir su función debido a que la mayoría republicana del Senado reiteró, este miércoles, su oposición a evaluar todo candidato presentado por el presidente demócrata.

Garland, quien es considerado un progresista moderado, es un jurista sumamente respetado que cuenta con un curriculum y una experiencia contundente.

Obama lo describió este miércoles como "una de las mentes jurídicas más brillantes" del país.

Egresado de la prestigiosa Universidad de Harvard, Garland fue asistente William Brennan, un juez progresista ya fallecido que dejó su marca en la Suprema Corte.

Durante los muchos años que se desempeñó como fiscal federal, estuvo a cargo de casos de importancia nacional, como el proceso contra Timothy McVeigh, el autor del atentado de Oklahoma City en 1995, en el que murieron 168 personas.

También coordinó el encauzamiento contra Ted Kaczynski, un activista ecologista apodado "Unabomber", cuyos atentados traumatizaron a Estados Unidos.

Luego pasó a ser juez en la Corte de Apelaciones de la capital federal, una instancia reputada por la importancia de sus casos.

En 2013, Garland fue promovido como juez decano de la Corte de Apelaciones, un decisión que lo posicionó como candidato natural para la Suprema Corte.

Obama, quien durante sus dos mandatos nombró a dos mujeres como juezas para la máxima instancia jurídica, ya había considerado a Garland como un candidato potencial.

Por ser respetado en todos los campos políticos y por su condición de hombre blanco, Garland corresponde más al perfil que prefieren muchos republicanos para reemplazar al juez conservador Antonin Scalia, quien falleció el mes pasado.

Garland se disputaba la designación con Sri Srinivasan, un brillante juez de origen indio y con Paul Watford, un juez negro cuyo desempeño en California fue destacado por las élites de Washington.

Sin embargo, Garland cuenta con más experiencia que sus dos rivales.

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