Militares salvadoreños notificados de pedido de extradición de España

Cuatro militares retirados detenidos en El Salvador por su presunto involucramiento en el asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres del servicio doméstico en 1989 fueron notificados este jueves del pedido de extradición formulado en su contra por España.

"En esta oportunidad (los militares) están siendo notificados de una petición de extradición que ha hecho un tribunal de España", aseguró a la prensa uno de los abogados defensores de los militares retirados, Lisandro Quintanilla.

El juzgado Primero de Paz de San Salvador se encargó de notificar el pedido de extradición a los militares retirados: el coronel Guillermo Benavides, los subsargentos Antonio Ávalos y Tomás Zarpate, y el cabo Ángel Pérez Vásquez.

En el caso de Zarpate fue notificado del pedido de extradición en un hospital militar en San Salvador, en donde permanece ingresado desde hace varios días por complicaciones de salud, pues padece de diabetes e hipertensión.

Quintanilla consideró que pese al pedido de la justicia española, la extradición "no es procedente" por cuanto el delito que se les imputa "es cosa ya juzgada ante la ley salvadoreña".

"Vamos a insistir en pedir que no sean extraditados, y para ello vamos a agotar los recursos legales necesarios", sostuvo el defensor.

Los cuatro militares permanecen detenidos desde febrero en una delegación de la Policía Nacional Civil.

Otro militar salvadoreño residente en Estados Unidos, el coronel Inocente Orlando Montano, también permanece detenido por orden de una jueza de Carolina del Norte que avaló su extradición a España.

Otros 12 militares retirados salvadoreños que también son requeridos por España se encuentran prófugos pues la policía no ha podido dar con su paradero.

Para que la extradición proceda, debe ser aprobada por el pleno de la Corte Suprema de Justicia, que aún no ha tomado una decisión.

La matanza de los jesuitas fue perpetrada en el campus de la Universidad Centroamericana el 16 de noviembre de 1989, en el marco de la guerra civil salvadoreña (1980-1992).

También fueron asesinadas dos mujeres que trabajaban como servidoras domésticas de los sacerdotes.

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