Mozambique revive el horror de la guerra civil

Los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes en el centro de Mozambique aterrorizan a la población, traumatizada por los cadáveres en descomposición en los montes, los secuestros y los ataques a aldeas, más de 20 años después de la guerra civil.

"Hace dos meses que encontré estos cuerpos y nadie vino a recogerlos", suspira Donça Sabir echando un vistazo a nueve cadáveres cerca de Gorongosa (centro).

Vestidos de civil, con el pantalón bajado hasta los tobillos y muecas de dolor en el rostro, los cuerpos yacen a menos de cien metros de la carretera principal que cruza el país de norte a sur.

Un poco más lejos, bajo un puente, cuatro cráneos sobresalen de la arena. Forman parte de una fosa común de una decena de cuerpos hallados hace unas semanas y enterrados por las autoridades locales sin autopsia previa.

En las inmediaciones, los lugareños hablan de más fosas comunes con cientos de cuerpos, pero nadie se atreve a mostrarlas. Hablan de escuadrones de la muerte a bordo de camionetas blancas que matan a los partidarios de la Renamo, el partido de la oposición que se ha alzado en armas.

"El gobierno mozambiqueño debe decirnos quiénes son estas personas, cómo han muerto y quién ha puesto sus cuerpos aquí. Me resulta difícil comprender cómo se puede llevar a cabo una investigación sin autopsia", estima Zenaida Machado, experta en Mozambique para la organización internacional de defensa de los derechos humanos HRW.

"Es muy preocupante que en vez de tomar en serio todos estos hallazgos, la primera reacción de las autoridades sea negarlo", añade.

Y es que la dirección de Frelimo, el partido en el poder,asegura que "todo está tranquilo".

Entre 1976 y 1992 una guerra civil entre los dos partidos causó un millón de muertos. Desde que la Renamo retomó las armas en 2013 por sentirse excluido del sistema de gobierno, el país vive un nuevo periodo de inestabilidad.

Los dos bandos se acusan de las atrocidades cometidas en los últimos meses.

"Los escuadrones de la muerte aterrorizan a quienes critican al régimen. Secuestran a la gente en sus casas y la asesinan", asegura Ivone Soares, jefa de la Renamo en el parlamento mozambiqueño. Acusa a Frelimo de imponer una "república del miedo".

Según la policía, la Renamo cometió 18 ataques durante las dos últimas semanas, con un saldo de 7 muertos y más de 30 heridos.

"Las dos partes están matando a la población inocente, las dos violan los derechos humanos", explica Daviz Simango, un exmiembro de la Renamo y actual alcalde de Beira, ciudad dirigida por el MDM, un partido independiente.

A 30 km al este de Gorongosa, en medio de maizales, diez camiones militares controlan el acceso a este bastión de la oposición.

Al fondo se levanta una montaña en la que se esconde el jefe de la Renamo, Afonso Dhlakama, blanco de varios intentos de asesinato en los últimos meses.

En el arcén de la carretera, Joaquim Assais observa lo que queda de su aldea.

"Mi padre estaba sentado allí cuando llegó el ejército. Lo ataron, le pegaron y luego quemaron las casas", afirmó a la AFP este granjero, que desde entonces duerme en el bosque con el resto de su familia.

Vunduzi parece una aldea fantasmal por la que patrullan algunos militares. En la plaza del mercado sólo queda un puñado de vendedores de bananas. La escuela ha quedado al abandono.

"Es la guerra", asegura Siwageros Campira, un comerciante. "En cuanto cae la noche recogemos todo y nos escondemos en el bosque. En los últimos meses hubo muchos tiros y los soldados capturaron y mataron a muchas personas", añadió.

"Como cualquier guerrilla, la Renamo sabe mezclarse con la población y llevar a cabo una vida normal, mientras las fuerzas armadas intentan impedirle que abastezca a su líder", explica el alcalde de Beira.

Entre tanto, en la capital se han reanudado las negociaciones para un proceso de paz que los habitantes de Gorongosa esperan les dé un respiro.

Mostrar comentarios