Nasralá defiende el papel de Hezbolá en ofensiva contra Estado Islámico y niega un "chantaje" al Gobierno

  • El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha negado este lunes que el grupo haya intentado "chantajear" al Gobierno del país en torno a los militares secuestrados en 2014, defendiendo su actuación en la situación.
EUROPA PRESS

Los cuerpos de los siete militares secuestrados y ejecutados por Estado Islámico fueron hallados el domingo, después de un alto el fuego y acuerdo de evacuación de los yihadistas del área siria de Qalamun, ubicada cerca de la frontera con Líbano.

El alto el fuego fue anunciado por los ejércitos de Líbano y Siria, así como Hezbolá, después de cerca de una semana de combates contra los yihadistas en esta zona montañosa.

Nasralá ha pedido que "se pregunte a los que dejaron a los soldados en manos de Estado Islámico", recalcando que "el Ejército tenía la capacidad de rodear a Estado Islámico y liberar a las tropas cautivas".

"La batalla ha terminado con la consecución de todos los objetivos: expulsar a Estado Islámico del territorio libanés, desvelar el paradero de las tropas y liberar la frontera (libanesa) y Qalamun", ha resaltado, según ha informado la cadena de televisión Al Manar, vinculada a Hezbolá.

Asimismo, ha desvelado que el partido-milicia ha pedido a 18 de sus combatientes durante los combates con Estado Islámico, añadiendo que en los mismos murieron además siete militares sirios, lo que no ha sido confirmado por Damasco.

"Estamos ante una victoria enorme. El asunto no es la liberación de 140 kilómetros cuadrados de territorio libanés, sino la liberación de la totalidad del territorio libanés de los terroristas", ha indicado.

Por ello, Nasralá ha indicado que "el 28 de agosto es la fecha de la segunda liberación, y fue escrita con la sangre de los ejércitos de Líbano y Siria, así como de la Resistencia --en referencia a Hezbolá--".

"Quedará en la historia de Líbano y de la región, independientemente de que el Gobierno libanés lo reconozca o no", ha remachado, tal y como ha recogido el diario local 'An Nahar'.

EL ACUERDO DE EVACUACIÓN

Horas antes, un convoy que transportaba a miembros del grupo yihadista y sus familiares partió desde la zona fronteriza entre Siria y Líbano, en el marco del acuerdo alcanzado entre Estado Islámico y Hezbolá.

La cadena de televisión estatal siria publicó unas imágenes en las que se muestra el convoy, poco después de asegurar que los preparativos para la evacuación habían terminado.

La citada cadena indicó que varios autobuses se habían desplazado a un puesto fronterizo en el área de Qalamun para proceder a la evacuación de los yihadistas y sus familiares, que serán trasladados al este del país árabe.

El Gobierno de Siria afirmó el domingo que aceptaba el acuerdo alcanzado entre Hezbolá y Estado Islámico para que el grupo yihadista evacue a sus milicianos de la zona fronteriza entre ambos países.

En un breve comunicado publicado por la agencia estatal siria de noticias, SANA, Damasco resaltó que "tras los éxitos logrados por las Fuerzas Armadas, con la cooperación de la resistencia nacional libanesa --en referencia a Hezbolá-- en la zona occidental (...) se ha aprobado el acuerdo entre Hezbolá y los terroristas para que éstos abandonen esa zona y se dirijan al este del país".

EL ALTO EL FUEGO

Horas antes, los ejércitos de Siria y Líbano, así como Hezbolá, habían anunciado un alto el fuego en su ofensiva contra el grupo yihadista en la zona de Qalamun.

Miembros de Estado Islámico y del Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra-- se encuentran desplegados en la montañosa frontera entre Líbano y Siria y han utilizado el terreno para lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad libanesas.

En su principal ofensiva, en 2014, miembros de Estado Islámico y el Frente al Nusra irrumpieron en la localidad libanesa de Arsal, capturando a decenas de soldados y policías libaneses. Posteriormente decapitaron y fusilaron a varios de ellos, antes de liberar al resto en diciembre de 2015.

El Ejército de Líbano y Hezbolá --aliado del Gobierno sirio-- han llevado a cabo numerosas operaciones contra los yihadistas para intentar evitar su infiltración y que perpetren atentados en el país.

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