EL OBSERVATORIO DE LA VIDA MILITAR RECLAMA MAYOR “INDEPENDENCIA” Y “AUTONOMÍA”

El Observatorio de la Vida Militar solicitó este miércoles contar con una mayor “independencia” y “autonomía” con el objetivo de contar con una mayor eficacia y eficiencia a la hora de realizar su labor.
Así lo puso de manifiesto su presidente, Víctor Torre de Silva, durante su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados en la que presentó el informe del Observatorio correspondiente al año 2015.
Durante su alocución, Torre de Silva subrayó que es “imprescindible” reforzar la adscripción del observatorio a las Cortes Generales. Para que ello sea realidad, dijo que es necesario mejorar su dotación presupuestaria, ya que sus miembros no perciben ninguna remuneración, sino que se sienten “orgullosos” del “servicio que prestamos a las Fuerzas Armadas y a la sociedad española”.
Del mismo modo, destacó la necesidad de aprobar un reglamento que regule el funcionamiento y el estatuto de sus miembros. “Sólo así se reforzaría su independencia y autonomía (del observatorio)”, sentenció.
ESTADO INSTALACIONES
Por su parte, explicó que entre 2014 y 2015 el observatorio ha duplicado sus visitas a unidades militares, pasando de tres a seis (dos al Ejército de Tierra; una a la Armada; dos al Ejército del Aire y una al Tribunal Militar Central).
A lo largo de estas visitas, continuó, se constató que las infraestructuras del Ministerio de Defensa son “antiguas” con la excepción de las pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a la Brigada Paracaidista (Bripac).
Comentó que dichas instalaciones son “heredadas” de la época del servicio militar obligatorio y reconoció que “no se invierte demasiado” en el mantenimiento, la reforma y la conservación de estos lugares. Por ello, reclamó una “mayor implicación” en estos gastos por parte de la Subsecretaría de Defensa.
También propuso la puesta en marcha de un estudio para identificar los “puntos críticos” de las instalaciones, que se recupere la dotación la dotación presupuestaria anterior a la crisis y que se refuerce las funciones de la Subsecretaría de todo aquello relacionado con la vida de los militares. A su vez, confirmó que el observatorio tiene intención de realizar alguna visita a las unidades desplegadas en las misiones internacionales.
Respecto de la petición de dimisión que la diputada de Unidos Podemos Tania Sánchez le hizo por el papel que jugó durante la tragedia del Yak-42, defendió en todo momento que la Subsecretaría de Defensa “no tuvo relación alguna” con la contratación de la aeronave y que el trato a las familias de los fallecidos se encargó a un órgano no adscrito a este organismo del Ministerio.
OPOSICIÓN
Por su parte, Sánchez reclamó su dimisión por el papel que el presidente del Observatorio de la Vida Militar jugó durante la gestión del siniestro del Yak-42 y le pidió que este órgano visitara a las zonas de operaciones.
Ricardo Cortés, del PSOE, reivindicó la importancia que tiene que el observatorio disfrute de autonomía para ejercer la función “vigilante” en el respeto de las “necesidades perentorias” de las Fuerzas Armadas y con la salvaguarda de la “cultura de la defensa”.
Mencionó las quejas que los militares han presentado sobre la petición de vacaciones y de destino y anunció que los socialistas pedirán la comparecencia de Torre Silva en la subcomisión de tropa y marinería y la del subsecretario de Defensa para conocer la valoración del Ministerio por los datos presentados. También pidió explicaciones sobre el hecho de que “no se facilita en exceso la labor de las asociaciones militares”
Ricardo Tarno, también del PSOE, consideró “indecente” la labor del presidente de la Comisión de Defensa, el socialista José María Barreda, por permitir los ataques recibidos por Torre Silva.
Barreda replicó que la intervención de Tarno estuvo “fuera de lugar” y que Torre de Silva no necesita “abogados defensores”, ya que es capaz de defenderse por sí mismo.
Por último, Eduardo Fernández (PP) destacó el trabajo “absolutamente fructífero” del Observatorio de la Vida Militar, un órgano que presta un “servicio innegable, impagable e impagado”.

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