ONG alertan de que el ataque homófobo en Kampala obedece a un patrón de abuso policial en Uganda

EUROPA PRESS

"Condenamos enérgicamente estas violaciones de los derechos de los ugandeses a la asociación y reunión pacíficas"", ha dicho Nicholas Opiyo, director ejecutivo de Chapter Four Uganda. "Estas brutales acciones son inaceptables y deben afrontarse con todo el peso de la ley", ha urgido.

En la misma línea se ha expresado el director ejecutivo de Sexual Minorities Uganda, Frank Mugisha. "Cualquier uso de la fuerza policial contra una reunión pacífica es atroz y la comunidad LGTBI está con otros movimientos de la sociedad civil ugandesa en su condena", ha dicho.

Asia Russell, de Health GAP, ha ido un paso más allá y ha pedido a las autoridades ugandesas que condenen estas "acciones ilegales contra los LGTBI" y a la comunidad internacional "que desafíe al presidente, Yoweri Museveni, a intervenir inmediatamente" para frenarlas.

"El Estado tiene la obligación de proteger el derecho de todos los ciudadanos a disfrutar de sus derechos, incluido el de reunión pacífica", ha recordado Hassan Shire, de Defend Defenders, al tiempo que ha pedido una "investigación transparente".

Maria Burnett, investigadora para África de Human Rights Watch, ha subrayado que "las autoridades ugandesas no solo deben abstenerse de impedir tales reuniones, sino que además están obligadas legalmente a garantizar que otros no interfieren en el ejercicio de este derecho fundamental".

El comunicado está firmado por las ONG Chapter Four Uganda, Defend Defenders, Health GAP, Human Rights Awareness and Promotion Forum, Human Rights Watch, Sexual Minorities Uganda y Uganda Pride Committee.

ASALTO NOCTURNO

La Policía de Uganda ha detenido durante una redada en un club nocturno a 15 personas que estaban celebrando el Orgullo Gay, a las que ha acusado de reunirse de forma ilegal para promover la homosexualidad, considerada ilegal en el país africano.

Clare Byaruhanga, defensora de los derechos de los homosexuales, ha contado que la Policía irrumpió en la fiesta y golpeó y humilló a los que participaban en ella porque no habían notificado el evento, algo que los organizadores niegan.

"Si van a reunirse en grandes grupos tienen que notificárselo a la Policía. Igualmente, estaban promoviendo el sexo entre personas del mismo género, algo que es ilegal en este país", ha esgrimido el portavoz policial, Kayima Emilian.

La comunidad internacional ha criticado duramente a las autoridades de Uganda por haber aprobado una ley antigay que incluye la cadena perpetua como una de las penas establecidas para impedir la homosexualidad. Sin embargo, el Tribunal Constitucional derogó la legislación alegando dificultades legales.

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