Las agencias de la ONU han elevado a al menos 1.400 millones de dólares su llamamiento de fondos para 2017 para ayudar a paliar el sufrimiento de los 1,8 millones refugiados provocados por el conflicto en Sudán del Sur, lo que prácticamente duplica su petición inicial de 781 millones para atender ya la que es la mayor crisis de refugiados de África.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) habían solicitado inicialmente 781 millones de dólares para apoyar a los sursudaneses que han buscado refugio en seis países de la región. Hasta la fecha, solo se habían recibido el 14 por ciento de los fondos.
El máximo responsable de ACNUR, Filippo Grandi, ha subrayado que "el amargo conflicto y el deterioro de las condiciones humanitarias en Sudán del Sur están empujando a la gente fuera de sus casas en cifras récord".
"El sufrimiento de los sursudaneses es simplemente inimaginable", ha resaltado por su parte el director ejecutivo del PMA, David Beasley. "Están cerca del abismo", ha alertado, subrayando que "la violencia está en la raíz de esta crisis". Sudán del Sur vive inmerso en un conflicto desde diciembre de 2013 que enfrenta a las fuerzas leales al presidente, Salva Kiir, con los leales al exvicepresidente Riek Machar.
Beasley ha denunciado que "los cooperantes a menudo no pueden llegar a los más vulnerables y hambrientos" por lo que "muchas personas están muriendo de hambre y enfermedad" mientras que "muchas más han huido de su país en busca de seguridad en el extranjero".
LA CRISIS QUE EVOLUCIONA MÁS RÁPIDO
Según han advertido en un comunicado conjunto, Sudán del Sur se ha convertido en la crisis de refugiados que más rápidamente está evolucionando y actualmente hay ya 1,8 millones de sursudaneses en Uganda, Sudán, Etiopía, Kenia, República Democrática del Congo (RDC) y República Centroafricana (RCA), de los que un millón son niños.
El ritmo actual de refugiados que huyen de Sudán del Sur excede las estimaciones ya pesimistas de las agencias humanitarias dado que en marzo el número de refugiados excedió el total previsto para todo el año. En el caso de Uganda, el ritmo de llegadas es superior al esperado y se cree que el país pronto albergará a un millón de sursudaneses.
"Nuestra situación financiera nos obligó a reducir las raciones alimentarias para muchos refugiados en Uganda", ha denunciado Beasley, subrayando que se trata de algo "inaceptable". El máximo responsable del PMA ha apelado a ayudar a los sursudaneses, subrayando que "son familias como la vuestra y la mía, nuestros hermanos y hermanas, y el mundo debe ayudarles ahora, no más tarde".
Por su parte, Grandi ha resaltado la generosidad mostrada hasta ahora por los países de acogida, pero ha alertado de que podrían llegar a su límite. "Países como Uganda han hecho todo lo que uno podría esperar, pero no serán capaces de mantener el apoyo a los refugiados a menos que el resto del mundo incremente su ayuda", ha defendido el máximo responsable de ACNUR.
"Ayudar a los refugiados no es solo dar ayuda de emergencia", ha resaltado Grandi. "También significa apoyar a los gobiernos y comunidades en los países vecinos para que respalden los servicios y la economía en las zonas que los reciben", ha sostenido.
Actualmente Uganda alberga a 898.000 refugiados sursudaneses; Sudán a 375.000; Etiopía a otros 375.000; Kenia a 97.000; RDC a 76.000 y RCA a 2.200. Según han resaltado ambas agencias de la ONU, su llamamiento revisado de fondos no cubre a los dos millones de desplazados internos que hay en Sudán del Sur.
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