ORDENAN VIOLAR A UNA ADOLESCENTE EN PAKISTÁN EN “VENGANZA” POR OTRA VIOLACIÓN, SEGÚN AI

El consejo de una aldea de Pakistán cercana a Multán, en el centro del país, ha ordenado que se viole a una adolescente en “venganza” por una violación supuestamente cometida por su hermano contra otra menor, lo que ha provocado que una veintena de personas de ese órgano local hayan sido arrestadas por las autoridades.
Amnistía Internacional (AI) señaló este jueves que ese hecho es el último de una “larga lista de horribles incidentes” y debe desencadenar “reformas urgentes” en Pakistán para acabar con la impunidad por violencia sexual y abolir los consejos de los pueblos que decretan “crímenes horribles como venganza”.
“Las autoridades de Pakistán deben poner fin a la impunidad por la violencia sexual y reprimir a los llamados consejos de aldea, que prescriben crímenes horrendos contra las mujeres, a menudo en venganza por actos cometidos por otros. Por mucho tiempo, ha habido indulgencia con estas prácticas indescriptiblemente crueles”, dijo Nadia Rahman, activista de AI en ese país.
Rahman subrayó que “ninguna tradición cultural puede justificar ataques contra las mujeres”. “La violencia contra la mujer es siempre lo opuesto a la justicia. Los cuerpos de las mujeres no son mercancías y ser intercambiados para ajustes de cuentas. Los autores deben enfrentarse a castigos que reflejen la gravedad de su crimen a través de juicios justos sin recurrir a la pena de muerte”, añadió.
El fracaso de Pakistán para proteger a las mujeres contra las decisiones arbitrarias y crueles de los llamados consejos de aldeas y tribus ha sido objeto de un examen por parte de los órganos de derechos humanos de Naciones Unidas.
A principios de este mes, el Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió al Gobierno paquistaní que detallara los pasos que ha tomado para regular las ‘jirgas’, que son sistemas paralelos de 'justicia' impartidos por líderes locales. El Ejecutivo de ese país alegó que esos consejos de aldea “no podían ejercer la jurisdicción en materia penal” y que “la única autoridad a este respecto recae en los tribunales nacionales”.
"Al permitir que estos consejos funcionen, las autoridades son cómplices de los crímenes que ordenan. No es suficiente arrestar a la gente después de los horribles ataques que tienen lugar. Las autoridades tienen el deber de proteger a las mujeres, prevenir nuevos ataques y poner fin al miedo y al estigma que sufren las víctimas", añadió Rahman.

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