Ofensiva talibán en la víspera de una conferencia de donantes para Afganistán

Los talibanes lanzaron este lunes un ataque coordinado contra Kunduz, importante ciudad del norte de Afganistán que controlaron brevemente el año pasado, ilustrando la inestabilidad persistente en el país la víspera de una conferencia de donantes en Bruselas.

Esta reunión, prevista el martes y miércoles, en la que deben participar delegaciones de 70 países, evaluará la ayuda financiera para Afganistán hasta 2020, con el objetivo declarado de evitar que el país se desmorone.

Un corresponsal de AFP en Kunduz señaló que el ataque comenzó hacia las 03H00 locales del lunes (22H30 GMT domingo) en los ingresos sur y este de la ciudad y los combates con las fuerzas gubernamentales, intensos, continuaban por la mañana.

El ataque fue, al parecer, bien preparado, con cuatro columnas de combatientes que convergieron simultáneamente hacia el centro, según varias fuentes.

"Las calles están totalmente desiertas, los negocios están cerrados, los talibanes rodean completamente la ciudad", dijo un habitante contactado por AFP.

"Estamos bloqueados en nuestra casa por los combates", añadió.

Un portavoz de los talibanes reivindicó este ataque "en el marco de la ofensiva Omari", nombre del ex líder talibán el molá Omar, lanzada en la primavera.

"Esta mañana nuestros muyahidines lanzaron una ofensiva en la ciudad de Kunduz desde cuatro puntos", indicó Zabihullah Mujahid en un comunicado.

"Avanzamos rápidamente, matando e hiriendo a numerosas fuerzas enemigas", dijo.

Según un portavoz del gobernador de Kunduz, Mahmood Danish, "las fuerzas de seguridad repelieron a los talibanes en un distrito pero los combates continúan alrededoir y en particular cerca del hospital", indicó, sin poder dar un balance de víctimas.

Danish acusó a los rebeldes de "refugiarse y tomar posición en las casas de los civiles".

Los talibanes marcan así el primer aniversario de su breve toma de Kunduz, única capital provincial que cayó en su poder desde que el régimen fue derrocado en 2001.

Se muestran además presentes para las potencias occidentales que dan su apoyo al gobierno de unión nacional del presidente Ashraf Ghani y del primer ministro Abdulá Abdulá, que tienen, bajo bandera de la OTAN, desplegados unos 10.000 hombres en Afganistán, principalmente estadounidenses.

Los talibanes reclaman la partida de las fuerzas extranjeras y el fin de toda intervención occidental en el "emirato islámico de Afganistán", que asimilan a una "ocupación colonial".

Para los talibanes, la conferencia de Bruselas apunta "una vez más a llenar los bolsillos de los contratistas extranjeros y sus socios sin aportar la más mínima mejoría al día a día de los ciudadanos comunes", denunciaron en un comunicado.

En la conferencia de dos días deben participar entre otros el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Afganistán debería obtener promesas de ayuda financiera por al menos 3.000 millones de euros por año hasta 2020, según fuentes europeas. Un monto al que contribuirían Estados Unidos y la Unión Europea a altura de un tercio.

En un contexto de crisis múltiple en Medio Oriente, "nadie puede permitir que Afganistán vuelva a ser desestabilizado", subrayó un alto responsable europeo antes de la reunión.

Desde la ofensiva de septiembre 2015 en Kunduz, que permitió a los talibanes ocupar la ciudad durante tres días, el control de la ciudad por las fuerzas gubernamentales es frágil, al igual que en numerosas provincias que son regularmente objeto de ofensivas de los rebeldes.

Según un informe de Naciones Unidas, la batalle de Kunduz había dejado 289 muertos y 559 heridos entre los civiles.

En la contraofensiva respaldada por las fuerzas estadounidenses, un ataque aéreo de Estados Unidos apuntó y devastó la noche del 3 de octubre de 2015 el hospital de Kunduz, operado por Médicos Sin Fronteras, matando a 42 personas entre los pacientes y el personal médico.

Mostrar comentarios