La oposición centrista lituana lideraba el recuento oficial de la primera ronda de las legislativas del domingo, pero la dispersión del voto entre seís partidos hacía anticipar largas negociaciones para formar gobierno luego de la segunda vuelta prevista en dos semanas.
Escrutadas 90% de las urnas, la centrista Unión de Campesinos y Verdes (LPGU) obtenía 22,3% de sufragios, seguido por la Unión Conservadora, con 20,6%, informó la madrugada del lunes la Comisión Electoral.
En cuanto a la gobernante socialdemocracia lograba un 14,7%, una bofetada para el primer ministro saliente Algirdas Butkevicius.
Para complicar el panorama de cara a la segunda vuelta del 23 de octubre, otros tres partidos políticos lograban superar el piso mínimo de 5% de sufragios para ingresar en el reparto de bancas.
En un país miembro de la Eurozona pero golpeado por la crisis y el éxodo masivo de sus ciudadanos en busca de trabajo, aquí "hubo un voto de protesta contra la coalición gobernante" explicó a la AFP el director del Instituto Ciencias Políticas de Vilnius, Ramunas Vilpisauskas.
El nuevo código de trabajo elaborado por el gobierno socialdemócrata, que facilita los trámites de contratación y de despido de trabajadores, desalentó a los votantes de izquierda, agregó el especialista.
El parlamento lituano está integrado por 141 diputados. La mitad de las bancas (70) son asignadas de forma proporcional, mientras que los otros 71 escaños se deciden en elecciones por mayoría simple en otros tantos circuitos uninominales.
La participación alcanzó al 50% del padrón de 2,5 millones de electores, según la Comisión Electoral.
La economía fue el tema clave de la campaña. Todos los candidatos trataron en sus programas el aumento de los salarios y la creación de empleo.
El primer ministro, Algirdas Butkevicius, de 57 años, prometió por su parte una nueva alza del salario mínimo.
El exjefe de la policía nacional, Saulius Skvernelis, de 46 años, recién llegado a la política y candidato del LGPU al cargo de primer ministro, podría ser el que defina el juego en una futura coalición. Construyó su popularidad sobre la lucha contra la corrupción.
"Discutiremos con todo el mundo, y después de la primera vuelta podrán comenzar discusiones más precisas", declaró en Vilna luego de votar.
Los analistas no excluyen que Gabrielius Landsbergis, de 34 años, jefe de los conservadores, pueda ser nombrado para formar un nuevo gobierno.
Desde que Lituania se sumó a la UE en 2004, cerca 370.000 personas emigraron, la mitad escogió el Reino Unido, donde la cólera contra los inmigrantes del Este favoreció el voto por el Brexit.
La economía lituana se recuperó notablemente tras haberse derrumbado en la época de la crisis financiera mundial de 2008. Este año se espera un crecimiento del 2,5%.
Pero el salario mensual promedio apenas supera los 600 euros (672 dólares) netos, uno de los más bajos en la UE. Además, los índices de pobreza y las disparidades son muy elevados en Lituania.
"Lo más importante es reducir la emigración. Todos mis nietos están en Lituania, no quiero que partan", declaró a la AFP la jubilada Danute Tonkuniene luego de votar por los conservadores.
El despliegue de misiles rusos Iskander en la región vecina de Kaliningrado, anunciado el sábado por Moscú, generó cierta tensión la víspera de la jornada electoral, aunque sin preocupar en exceso a los lituanos, tranquilizados por el próximo despliegue de un batallón de la OTAN en su territorio.
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