Ordenan detener a líder de Madres de Plaza de Mayo

Un juez ordenó este jueves detener a Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo y símbolo internacional de la lucha contra la dictadura en Argentina, al considerarla en rebeldía por no presentarse a declarar en una causa por suspuesto desvío de fondos públicos.

El juez Marcelo Martínez de Giorgi, a cargo del caso, tomó la medida luego de que Bonafini, de 87 años, se negara a comparecer por segunda vez en un mes ante su tribunal, confirmó a la AFP su secretario del juzgado.

El magistrado consideró injustificada su ausencia y ordenó su detención para poder indagarla, luego decidirá si queda presa o la libera mientras resuelve su situación judicial en la causa.

"Si me tienen que meter presa, que me metan", desafió la activista apoyada por una multitud en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde marcha desde hace casi cuatro décadas pidiendo justicia por sus dos hijos que engrosan la lista de 30.000 desaparecidos en la dictadura argentina (1976-83).

El juez investiga presuntas irregularidades en el mecanismo de construcción de viviendas sociales del programa Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo, que contó con financiamiento del Estado durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003/2015).

Ni Bonafini ni las Madres habían sido imputadas por el anterior juez de la causa, ya jubilado, que las consideró "víctimas de la defraudación", pero su reemplazante desde junio decidió citarla a indagatoria junto a exfuncionarios de los Kirchner.

La orden de detención coincidió con la hora en que cada jueves las ancianas suben a una camioneta para recorrer 10 cuadras hasta la plaza frente a la sede de gobierno, donde cubriendo sus cabezas con pañuelos blancos realizan una emotiva ronda con una gran bandera, que este año dice: "la falta de trabajo también es un crimen".

Bonafini había anticipado sus razones para faltar a la citación del juez en una carta que dejó su abogado Juan Manuel Morente en los tribunales.

La mujer, que perdió a sus dos hijos, Raúl y Jorge -además de su nuera, los tres desaparecidos-, a manos de los represores de la dictadura recalcó que "siempre" sufrió "la misma ignominia, la misma indiferencia" por parte de la justicia y que por eso no irá a ningún tribunal.

Para ordenar su detención, el juez declaró a Bonafini oficialmente en "rebeldía".

"Nos podrán poner presas, pero lo que no podrán poner preso es el pensamiento", dijo Bonafini ante cientos de seguidores y varios exministros y exfuncionarios de Cristina Kirchner (2007/2015), que se acercaron a acompañar a este 'símbolo' que divide a la sociedad argentina entre amores y odios hacia su figura.

Un cordón humano impidió el allanamiento en las puertas de la sede de Madres, ubicada a 200 metros del Congreso y facilitaron la salida de las mujeres que subieron a su vehículo y esquivaron a decenas de gendarmes pertrechados y camionetas policiales que acompañaron el operativo.

"Las Madres son un ejemplo de vida y merecen otro trato, sobre todo Hebe", dijo a la AFP Romina, una empleada judicial de 30 años, que se sumó a la manifestación en la Plaza de Mayo.

"Madres de la Plaza, el pueblo las abraza", cantaron los militantes que marcharon junto a las Madres en la Plaza que les dio su nombre. Luego, como en una procesión, rodearon la camioneta y las acompañaron de regreso a la sede por las calles de Buenos Aires.

Bonafini recordó que en febrero de 1977 empezó su "calvario" con la justicia al hacer 168 presentaciones por su hijo Jorge, y luego por su hijo Raúl, desaparecido en diciembre del mismo año.

La activista contó que en 2001 denunció agresiones físicas contra su hija Alejandra y posteriormente fue involucrada en la causa por el supuesto desvío de fondos a cargo del exapoderado de la fundación de las Madres Sergio Schoklender, imputado en la causa y devenido enemigo de la entidad humanitaria.

Bonafini dijo que aportó cientos de pruebas a los jueces por ese caso, que nunca fueron leídas, y consideró una "burla" la citación del jueves que "castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas", afirmó.

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