Ortega buscará nuevo mandato en Nicaragua

El presidente nicaragüense Daniel Ortega buscará un tercer mandato consecutivo en las elecciones de noviembre, tras 10 años en el poder bajo controversias que le granjean amor y odio, al ser nominado como candidato del Frente Sandinista este sábado.

Su nominación fue avalada por unanimidad y con una ovación por los 1.910 delegados, en su mayoría jóvenes, que asistieron al Congreso Nacional del gobernante Frente Sandinista, en una sesión a la que no fue invitada la prensa.

Este congreso designó a Ortega "como el candidato del Frente Sandinista y de la Alianza Nicaragua Triunfa para participar en las elecciones de este año", según una resolución leída por la activista Yaloslava Muñoz.

Los asambleístas autorizaron además al mandatario izquierdista para que escoja a su compañero a la vicepresidencia y a los candidatos a diputados.

En un discurso pronunciado previo a su designación, Ortega se opuso fuertemente a la participación en los comicios de Nicaragua de observadores internacionales, a los que tildó de "sinvergüenzas".

"Sinvergüenzas observadores, sinvergüenzas. Aquí se acabó la observación. Que vayan a observar ellos a sus propios países", dijo Ortega en tono categórico.

El mandatario se enfrentará a una oposición fraccionada y con baja popularidad, según recientes encuestas, que le dan a Ortega una intención de voto del 57% frente al 2% de su principal contendor, el liberal Luis Callejas.

Pero la diputada opositora María Eugenia Sequeira pone en duda la popularidad del mandatario, señalando que "Ortega es un presidente invisible; no se acerca a la población, no toca, no escucha a la gente que solo lo ve desde los rótulos publicitarios; está totalmente alejado".

El gobernante, según su entorno, es un hombre "cerrado" y de decisiones "inamovibles", que goza de aceptación en sectores pobres a quienes ha favorecido con programas de viviendas, servicios de agua, energía, mejora de calles y lugares recreativos, entre otros.

Pero el "comandante", como le dicen sus seguidores, no las tiene todas a su favor en sectores medios, que le acusan de alentar la confrontación, la lucha de clases y el irrespeto a las leyes.

El sindicalista Gustavo Porras, cercano a Ortega, asegura que "este gobierno no es contra, es a favor de, y, por la política de diálogo, alianzas y consensos; es para que todos, ricos, pobres, medios pelos, todos, saquemos adelante el país".

En sus 10 años en el poder Ortega "ha logrado desarrollo material en infraestructura, fuentes de energía, pero seguimos cargando los mismos lastres, no se ha logrado superar las formas tradicionales de producción", dijo a la AFP el exdiplomático Mauricio Díaz.

Sin embargo, afirmó que existe descontento por algunas decisiones del gobierno y por abusos policiales. A pesar de que Ortega "entiende las cosas, está tirando demasiado la conflictividad", expresó.

Padre de nueve hijos y casado con la poetisa Rosario Murillo, Ortega tiene un récord de permanencia en el poder tras la revolución sandinista de 1979, que derrocó a Anastasio Somoza, último miembro de la dinastía dictatorial que gobernó Nicaragua durante casi medio siglo.

En una primera etapa Ortega estuvo al frente del país de 1979 a 1990, primero como coordinador de la Junta de Gobierno y luego como presidente elegido hasta que fue derrotado en las urnas por una coalición de partidos.

En los comicios de 2007 el exguerrillero retornó al poder y logró una reforma a las leyes que prohibían la reelección inmediata, obteniendo luego otro mandato de cinco años.

Él afirma que su gobierno es "cristiano, socialista y solidario", con políticas en favor de los pobres y una alianza con el capital, dejándole hacer negocios.

En esta etapa cambió su discurso contra organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo, que ahora reconocen su manejo responsable de la economía, con crecimiento y estabilidad.

El producto interno bruto ha crecido en promedio de 4 a 5% anual y la inflación en 2015 fue de 3,05%. En su decenio, la pobreza se redujo de 45 al 30%, según datos oficiales.

En política exterior Ortega se insertó en la Alianza Bolivariana (ALBA) dirigida por la Venezuela chavista y renovó su relación con Rusia. Ambos le proveen una vasta cooperación en distintos ámbitos.

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