Tras los disturbios que tuvieron lugar el pasado martes en el centro de refugiados de Moria, que acoge a 3.000 personas y está al límite de su capacidad, Oxfam ha defendido que queda en evidencia que las políticas de la Unión Europea están fallando a la hora de ofrecer un sistema justo y seguro para recibir a las personas que llegan a Grecia.
"El acuerdo de la Unión Europea con Turquía está poniendo a los refugiados y otros inmigrantes en Grecia en situaciones inseguras e injustas. Las deportaciones a Turquía deben suspenderse hasta que el proceso de registro y asilo tenga recursos adecuados", ha reclamado Giovanni Riccardi Candiani, representante de Oxfam en Grecia.
La organización, que actualmente se encuentra trabajando en seis campos de refugiados, ha denunciado que la limitada capacidad del Gobierno griego y la presión por cumplir el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía ha deteriorado la situación de las personas detenidas en los centros de acogida cerrados.
También ha resaltado la incertidumbre en la que se encuentran los 47.000 refugiados que actualmente están en Grecia, denunciando que se les da muy poca información y tienen muchas dificultades para registrarse o solicitar asilo, además de que necesitan mejoras para poder garantizar la seguridad de las personas a las que acogen.
La crisis de los refugiados es la mayor crisis migratoria tras la Segunda Guerra Mundial y muchos personajes internacionales como el Papa, además de numerosas organizaciones, han instado a la Unión Europea y a Turquía que busquen una solución que respete los derechos fundamentales de las personas.
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