GÜRTEL. EL PRESUNTO CEREBRO FINANCIERO DE LA RED NIEGA QUE SALIERA DINERO “A TUTIPLÉN” PARA ÁLVAREZ CASCOS Y BÁRCENAS

El abogado Luis de Miguel, que se representa a sí mismo en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra la 'trama Gütel' y al que se considera el arquitecto financiero del sistema de blanqueo de la red de corrupción, ha negado este lunes que saliera dinero “a tutiplén” de las empresas del grupo para ir a las manos del ex secretario general del PP Franciso Álvarez Cascos o del extesorero Luis Bárcenas.
Según explicó en su declaración de esta mañana, el dinero no salía de la sociedad Spinaker con destino a estos dos cargos del PP o a personas vinculadas al partido o a la 'red Gürtel' tales como el exdiputado Jesús Merino, el exsecretario de Organización del PP en Galicia Pablo Crespo o el supuesto cabecilla de la red, Francisco Correa.
En un momento del interrogatorio de la fiscal, De Miguel aseguró: “Nunca he conocido ni a Cascos ni a Bárcenas ni a Merino”. Es más, llegó a decir que “no tenía ni idea de la trama de pagos de comisiones y cohechos que se han declarado en este sala”.
De Miguel, para quien la Fiscalía pide 18 años y seis meses de prisión, es el único de los acusados en este juicio que se encuentra en prisión tras ser condenado en otro proceso a 20 años de cárcel por ocho delitos contra la Hacienda pública.
Aseguró que su actividad política se inició en los años setenta en las filas de la Unión de Centro Democrático (UCD) donde, según sus propias palabras, ya “manejaba la pasta” y era uno de los responsables de la administración de las cuentas del partido.
En varias ocasiones a lo largo del interrogatorio ha dicho que su firma había sido falsificada en distintos documentos. Así lo ha hecho en el caso del justificante de una transferencia de 240.000 euros. En su calidad de defensor, De Miguel ha leído un alegato ante el tribunal en el que ha asegurado que la acusación en su contra es “falsa y falaz”.
Según dijo, sus funciones eran únicamente de asesor y para los movimientos de dinero de la red recibía órdenes del considerado 'número dos' de Gürtel, Pablo Crespo, que a su vez se atenía a las instrucciones de Correa.
Explicó que las sociedades que tenía Correa en el extranjero se traspasaban fondos entre ellas para realizar diversas inversiones, en especial de carácter inmobiliario, pero negó haber tenido participación alguna en esas operaciones. De hecho ha negado ser el autor de las firmas que figuraban en varios documentos relacionados con esas gestiones. Insistió, además, en que "nunca conoció el origen ilícito del dinero con el que se realizaban las operaciones".

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