Participantes de cumbre sobre clima esperan que Trump no descarrile acuerdo

Los participantes en la conferencia de Marrakech, consternados tras la victoria de Donald Trump, confían en que el futuro presidente, a pesar de que ha negado el cambio climático, no descarrile el acuerdo mundial hacia energías limpias, aunque varios calificaron de "desastre" su triunfo.

La responsable de la ONU encargada de los asuntos del clima, Patricia Espinosa, felicitó a Trump -que había calificado de "farsa" el cambio climático y amenazado con "anular" el acuerdo global- por su victoria en las presidenciales de Estados Unidos.

"Esperamos cooperar con su gobierno para hacer avanzar la agenda de la acción climática en beneficio de los pueblos del mundo", dijo Espinosa en una declaración durante la COP22 que se celebra en la ciudad marroquí.

Trump "no puede evitar la implementación" del acuerdo de París, sellado en la capital francesa en diciembre pasado, aseguró por su parte Segolène Royal, ministra francesa de Medio Ambiente y presidente saliente del foro de la ONU.

"A partir del momento en que lo ratificaron 103 países que representan la emisión del 70% de los gases de efecto invernadero, contrariamente a lo que dijo, no puede revertir el acuerdo de París", dijo Royal en declaraciones a la radio francesa RTL.

Además de describir al cambio climático como una "farsa" obra del gobierno chino, Trump ha dicho en reiteradas ocasiones que "renegociaría" o "cancelaría" el pacto aprobado por 196 países.

Royal destacó que conforme a los términos del acuerdo, Estados Unidos debe esperar al menos tres años antes de poder eventualmente retirarse.

Los diplomáticos y empresarios abocados a lograr que la economía global evolucione de los combustibles fósiles a los renovables, esperan que el impulso que había ganado esa transición se mantenga a pesar de los puntos de vista de Trump.

"Espero que [Trump] tomará conciencia de que el cambio climático es una amenaza para su pueblo y para países enteros que comparten mares con Estados Unidos, incluyendo el mío", declaró Hilda Heine, presidente de las Islas Marshall, recientemente azotadas por tormentas devastadoras.

Christiana Figueres, que encabezó las cuestiones climáticas en la ONU durante seis años hasta hace unos meses, dijo que Trump debe comprender que abandonar rápidamente y por etapas el carbón, el petróleo y el gas "es bueno para la economía de Estados Unidos, para el empleo y el crecimiento".

Algunos grupos ecologistas fueron mucho menos diplomáticos en sus reacciones ante el sorpresivo resultado de la elección.

"La elección de Trump es un desastre, pero no puede ser el final del proceso internacional sobre el clima", dijo May Boeve, directora ejecutiva de 350.rog, un grupo global que empuja en favor de una desinversión de los combustibles fósiles.

"Nuestro trabajo se vuelve mucho más difícil, pero no es imposible, y nos negamos a perder la esperanza", añadió.

Más allá de la necesidad de actuar para evitar el cambio climático, algunos defendieron la pertinencia económica de las inversiones en energías verdes.

"Hay un enorme movimiento, en muchos países, para actuar y, de hecho, la economía que avanza es la de las energías renovables, las nuevas tecnologías y los transportes limpios", dijo a la AFP Laurence Tubiana, la negociadora francesa. "Creo que un presidente realista estudiará todo eso", añadió.

La red "We mean business", que reúne a miles de empresas e inversores, recordó que "la acción en defensa del clima también es fuente de nuevos empleos y de una mayor competitividad en las industrias de mañana".

Para Stéphanie Pfeifer, directora general de la IIGCC (grupo de inversores con más de 13 billones de euros en activos), la agenda política sobre el clima podría volverse más "incierta" tras las elecciones estadounidenses, pero "los inversores continuarán con sus esfuerzos para gestionar el riesgo que supone el clima".

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