Partido Pirata suma mayoría en alianza con otras formaciones en Islandia (sondeo TV)

Una mezcla improbable de hackers, ecologistas e izquierdistas, encabezados por el Partido Pirata lograron un avance histórico en las legislativas en Islandia, a un paso de formar gobierno si se confirman los sondeos de la televisión pública, por el voto de castigo contra el ejecutivo por los Papeles de Panamá.

La formación, dirigida por una exportavoz de WikiLeaks, Birgitta Jonsdottir, obtuvo 12 escaños, colocándose como el segundo partido del país, con 15% de los votos, en unas elecciones legislativas anticipadas precipitadas por el escándalo de los Papeles de Panamá, según las estimaciones publicadas por la televisión pública RUV.

La formación firmó un acuerdo preelectoral con tres partidos de la oposición, de izquierdas y de centro (Izquierda-Verdes, socialdemócratas y Futuro Brillante), para formar una coalición de gobierno. Según la encuesta difundida esta alianza sumaría 32 escaños de los 63 que componen el parlamento islandés.

La formación Izquierda-Verdes obtuvo 11 escaños, los socialdemócratas 5 y Futuro Brillante 4.

Si el resultado se confirma, esta pequeña isla volcánica de los confines del Ártico pasaría a ser gobernada por una mayoría de centroizquierda por segunda vez desde que se proclamara la República en 1944, tras el paréntesis de 2009-2013.

El Partido Pirata es una formación heterogénea, que con estos resultados lograría un avance histórico cuadruplicando la cantidad de escaños que obtuvieron en 2013.

Los resultados parciales publicados después del cierre de las urnas hacia las 22H00 GMT fueron celebrados con aplausos por los simpatizantes del Partido Pirata, reunidos en un restaurante que fue invadido por turistas y por la prensa extranjera, constató una periodista de la AFP presente.

"Estamos muy satisfechos", dijo Jonsdottir.

La formación más votada fue el saliente Partido de la Independencia, ubicado a la derecha del espectro político, que sumó 19 escaños. En tanto su aliado, el Partido por el Progreso, de centro-derecha, sumó 6.

Los partidos de gobierno quedaron fuertemente castigados por un "sentimiento anti-establishment".

Este rechazo a los partidos tradicionales surge de la crisis financiera de 2008 y del escándalo de los papeles de Panamá, que salpicó en abril al primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson (Partido del Progreso), cuyo nombre figuraba en una lista de 600 islandeses con cuentas 'off-shore'.

Pese a su dimisión y a la implicación de varios ministros en el escándalo, el gabinete de centroderecha se mantuvo en el poder con una reestructuración superficial y la promesa de convocar a elecciones medio año antes del fin del mandato, previsto para la primavera de 2017.

El primer ministro expresó su decepción a la televisión, en la medida que se iban publicando los resultados en seis circunscripciones, aunque matizó que era "muy pronto" para sacar conclusiones.

Temiendo la derrota, el gobierno descartó convocar elecciones inmediatamente, pues los Piratas contaban entonces con el 43% de las intenciones de voto. Desde entonces los piratas han perdido fuelle, en parte por los reiterados "conflictos internos" y por su programa, señalaba el sábado el diario islandés de referencia, Morgunbladid.

Y aunque el país, de 332.000 habitantes, haya vuelto a la senda del crecimiento económico (que se espera que sea superior al 4% este año), gracias al turismo y al reajuste de su sistema financiero, los islandeses -principalmente, los jóvenes-, siguen desconfiando de sus élites.

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