Patrick Cockburn: "Estado Islámico luchará hasta el final en Mosul pero no desaparecerá"

EUROPA PRESS

El veterano periodista británico, que ha cubierto para diarios como 'The Independent' y 'Financial Times' los acontecimientos en la región desde antes del 11-S, ya vaticinó en 2003 que la invasión de Afganistán e Irak en respuesta a dichos atentados sería el caldo de cultivo ideal para que Al Qaeda y otros grupos extremistas encontraran reclutas con los que engrosar sus filas.

"Los atentados terroristas como los del 11-S dependen para su éxito el provocar una reacción excesiva de la otra parte y eso es lo que ocurrió con la decisión de invadir primero Afganistán en 2001 y luego Irak en 2003", subraya Cockburn en una entrevista concedida a Europa Press durante su visita a Madrid para presentar su último libro.

El resultado de ello, como cuenta en su libro, no produjo la desaparición total de los talibán, como se buscaba en Afganistán, ni devolver la estabilidad a Irak tras la caída de Sadam Husein, sino que con el paso de los años sirvió para la emergencia de una nueva entidad terrorista: Estado Islámico pero también el antiguo Frente al Nusra, "muy similar en sus creencias y ambiciones" al primero aunque "atrae menos condena internacional".

Actualmente, "Estado Islámico se está debilitando y es menos fuerte de lo que era pero al mismo tiempo no va a abandonar el negocio", entre otras cosas porque no solo ha conseguido establecerse en Irak y Siria, sino también en Afganistán, en Yemen o Libia.

En opinión de Cockburn, "hay división entre sus líderes" pero seguramente "luchará hasta el final en Mosul porque fue su primera gran victoria y sus líderes lo interpretaron como que era una señal de que Dios estaba de su lado", pero "no será su final". Al mismo tiempo, añade, "estos tipos son soldados experimentados y no creo que simplemente mueran con las botas puestas y que luchen hasta la última bala, porque saben que morirán".

Así pues, optarán por resistir todo lo que puedan y "causar el mayor número de víctimas posible" pero parte de sus tropas terminarán escapando entre otras cosas porque eso es lo que han venido haciendo en otros de sus enclaves que les han sido arrebatados como Faluya o Ramadi, en Irak, o Palmira y Manbij, en Siria.

TÁCTICA DE GUERRILLA

"Una de las cosas escalofriantes de Estado Islámico es que por una parte son unos locos fanáticos pero por otra son unos soldados bastantes serios que hacen cosas por motivos racionales", reconoce el periodista. Dado que en un principio eran una especie de organización guerrillera, y lo siguen siendo en cierta medida, Cockburn cree que seguirán en esta vía con atentados suicidas y ataques sorpresa, como el asalto sobre Kirkuk del pasado 21 de octubre.

Cockburn ha resaltado que la pérdida de Mosul, y posteriormente de Raqqa, la capital del autoproclamado califato, supondría que Estado Islámico "ya no sería un estado" como lo son ahora porque "tienen un ejército, cobran impuestos, ofrecen educación, etc".

Esto sería "beneficioso" para Europa, porque la desaparición del "estado" conllevaría la desaparición de la "red" que hacía más fácil suministrar dinero, armas y conocimientos a potenciales autores de atentados en el continente.

Sin embargo, admite que dado que no es posible evitar todos los ataques y siempre hay personas "fanáticas y dispuestas a morir", la pérdida de estas ciudades podría suponer una "motivación" adicional para atentar ya que en el pasado han recurrido a esta táctica cuando estaban sufriendo derrotas para demostrar que "siguen teniendo fuerza y que hay que seguir temiéndoles".

En cuanto a la situación sobre el terreno tanto en Irak como en Sriia, Cockburn afirma que los distintos países y grupos implicados creen que "estamos en un momento crucial en el que si Estado Islámico es derrotado en Mosul entonces la situación será fluida y se podrán ganar grandes cosas".

El Gobierno iraquí considera que podría reafirmar de una vez por todas su autoridad, las autoridades kurdas del norte de Irak quieren tratar de mantener los territorios conquistados desde 2014, Turquía quiere que se le tenga en cuenta... "todo está en el aire y todos creen que pueden conseguir cosas en la situación actual", ha resumido.

FUTURO

Así las cosas, alerta de que después de la caída de Mosul podrían volver a enfrentarse las fuerzas kurdas con las iraquíes como ya ocurrió en 2003 de ahí el que, según él, sea necesario "un acuerdo entre Bagdad y los kurdos" sobre petróleo y los territorios disputados para evitar que las relaciones entre ambos empeoren.

"La existencia de Estado Islámico les ha unido pero sin Daesh puede que volvieran a enfrentarse entre sí", insiste. Para Cockburn, la división de Irak no sería una buena solución. "Un político iraquí me dijo que sería como la partición de India y Pakistán y solo traería más sangre", explica.

Respecto a Siria, el periodista sostiene que desde 2012 para él es "obvio que Bashar al Assad no se va a ir a ninguna parte" por mucho que todo el mundo diga que tiene que marcharse.

Por ello, considera que para lograr la paz "los únicos que pueden llegar a un acuerdo son los grandes actores, es decir, Rusia y Estados Unidos, e incluso puede que no funcione". Además, "hace falta un alto el fuego porque con este nivel de violencia no puede haber ninguna negociación seria para compartir el poder".

ELECCIONES EN EEUU

Respecto a las próximas elecciones estadounidenses, Cockburn no cree que vayan a suponer un cambio de política respecto a la región, principalmente si la elegida es Hillary Clinton, al tiempo que ha considerado que la emergencia de Estado Islámico "ha sido uno de los grandes errores" de la Presidencia de Barack Obama, quien en 2014 minimizó su potencial. "Seguro que le gustaría ser presidente cuando Estado Islámico pierde Mosul porque sería parte de su legado", añade.

En lo que se refiere a Donald Trump, considera que dice cosas "bastante simples". "No hay nada particular respecto a la política de Trump si es que hay una política", señala, si bien no está claro hasta qué punto son cosas meditadas. No obstante, estos temas tampoco interesan mucho a los estadounidenses, como ha demostrado la campaña, que ha estado centrada en temas domésticos, puntualiza.

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