Pentágono confirma ataque contra Al Qaida en Siria

La rama siria de Al Qaida sufrió un duro golpe con la muerte de su portavoz en un ataque aéreo, que este lunes fue reivindicado por Estados Unidos, mientras que el grupo Estado Islámico perdía terreno en el centro del país tras ser expulsado de Al Qaryatayn.

El secretario de prensa del Pentágono, Peter Cook, dijo este lunes que fuerzas militares estadounidense habían realizado un ataque en el noroeste de Siria el domingo, en el que varios combatientes murieron.

Sin embargo, dijo que las autoridades están intentando confirmar si en el bombardeo murió Abu Firas al Suri.

"Evaluamos que el alto líder de Al Qaida, Abu Firas al Suri estaba en la reunión y tratamos de confirmar su muerte", dijo Cook.

Abu Firas al Suri (el Sirio), cuyo nombre real era Raduan Namus, había combatido contra los soviéticos en Afganistán, donde conoció a Osama Bin Laden y a Abdala Azam, padre fundador de la yihad internacional. Tras pasar por Yemen, el sexagenario volvió a Siria con la revolución de 2011, según los expertos.

"Era un veterano de Al Qaida. Lo trajeron de Yemen para hacer contrapeso ideológico al Estado Islámico", gran rival yihadista de Al Nosra en Siria, explica a la AFP Pieter Van Ostaeyen, historiador y observador de los movimientos yihadistas en línea.

"Es un golpe duro para Al Nosra, incluso aunque no le afecte demasiado a nivel operacional", considera.

Según fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) sobre el terreno, el combatiente fue alcanzado mientras se reunía con otros yihadistas de Al Nosra, del grupo Jund al Aqasa y miticianos uzbecos en una localidad de la provincia de Idleb (noroeste).

De acuerdo con el OSDH, Entre los muertos también figura el hijo del portavoz de Al Nosra y siete responsables yihadistas más.

La tregua, globalmente respetada, entre rebeldes y el régimen de Bashar al Asad desde hace más de un mes, ha permitido tanto al ejército sirio como a su aliado ruso y a la coalición liderada por Estados Unidos concentrarse en la lucha contra los yihadistas, excluidos del acuerdo.

Desde el 27 de febrero, Al Nosra, aliado de los insurgentes en varias regiones sirias, mantenía un perfil bajo, Pero el viernes, el grupo tomó la localidad de al Eis, en la provincia de Alepo, limítrofe con Idleb. En este operativo murieron al menos 12 combatientes del grupo chiita libanés Hezbolá, aliado del gobierno sirio.

"Se trata de la mayor operación llevada a cabo por Al Nosra desde la tregua", afirma Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

La liquidación de Firas al Suri, en su opinión, podría ser una advertencia del régimen a Al Nosra, para que el grupo no vuelva a intentar movimientos similares en el futuro.

Sus rivales del EI también han perdido en las últimas semanas a varios de sus comandantes en bombardeos de la coalición dirigida por Estados Unidos, que desde 2014 lleva a cabo una campaña aérea contra los yihadistas en Siria e Irak.

Un comandante militar del grupo, el tunecino Abu al Haija, murió el miércoles en un ataque de dron, probablemente comandado por la coalición.

Quince comandantes del EI acusados de haber desvelado la posición de Abu al Haija fueron posteriormente ejecutados por los yihadistas, según el OSDH. "Es la mayor ejecución de responsables de seguridad del EI" hasta la fecha, señala el Observatorio.

En el centro de Siria, el ejército de Damasco recuperó el domingo el control de la ciudad de Al Qaryatayn, uno de los últimos bastiones del EI en la región.

Los yihadistas se retiraron de la ciudad tras una ofensiva lanzada hace cerca de un mes por las tropas del régimen al mismo tiempo que la batalla de Palmira, situada en la provincia central de Homs. La ciudad antigua fue retomada el 27 de marzo.

"Al EI solo le quedará en esta provincia el feudo de Sojna, a 70 kilómetros al noreste de Palmira", señaló el director del OSDH.

El lunes, el ejército llegó a las afueras de esa localidad, donde se estaban produciendo intensos combates, según el OSDH.

La toma de Al-Qaryatayn, situada a 120 kilómetros al sudoeste de Palmira permite garantizar la seguridad de la ciudad antigua e impedir el regreso de los yihadistas, que destruyeron numerosos tesoros arqueológicos y ejecutaron a 280 personas en 10 meses de ocupación.

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