Los agentes intervinieron los ejemplares después de que el propietario no pudiera acreditar su tenencia y procedencia, definida como ilegal según la Ley 33/2015, de 21 de septiembre, que establece que la ausencia de la correspondiente autorización administrativa, posesión, transporte, tráfico o comercio de especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras está tipificado como infracción grave, sancionada con multas que oscila desde los 3.001 euros hasta los 200.000, según informó el Gobierno regional en nota de prensa.
Al respecto, indican que entre los impactos y amenazas que producen esta especie se encuentran los ocasionados sobre el hábitat, desplazando a otras especies por competencia por nidos como, por ejemplo, los pájaros carpinteros, por competencia trófica como con el mirlo y por los perjuicios ocasionados a los cultivos, entre otros daños.
Por último, señalaron que las aves incautadas fueron depositadas en el Centro Cocodrilo Park, que está ubicado en el municipio de Agüimes (Gran Canaria).
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