Según ha informado el Ayuntamiento de Bilbao, la principal finalidad de esta iniciativa será "concienciar sobre la responsabilidad compartida de conductores y peatones y sobre todo, acerca de los peligros que entraña la actuación imprudente por parte de ambos".
Agentes de la Policía Municipal realizarán una media de cuatro controles diarios, dos por la mañana y dos por la tarde, en aquellos pasos de peatones que, bien por la afluencia de personas que acojan o bien como consecuencia de su ubicación, resulten más peligrosos desde el punto de vista de la seguridad vial, y otros cuatro, repartidos de la misma forma, en las zonas de tránsito de bicicletas más habituales.
La campaña está dirigida a vigilar infracciones y a que conductores y peatones cumplan con el reglamento de circulación para reducir el riesgo de accidentes y atropellos. "La concienciación y la advertencia, más que el objetivo sancionador, presiden el espíritu de esta iniciativa", ha remarcado el Consistorio bilbaíno.
Durante 2016 se llevaron a cabo dos campañas para evitar atropellos en las que tuvieron lugar 46 controles y sólo se impusieron cinco denuncias (una a un peatón y cuatro a conductores), aunque se apercibió a 149 peatones sobre el riesgo de su comportamiento.
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