La Policía tailandesa sostiene que las pruebas apuntan a un vínculo entre los ataques y la insurgencia

EUROPA PRESS

"Las bombas que se usaron en los ataques de Phuket, Phangnga y Surat Thani están relacionadas o son muy parecidas a las que solemos hallar en los ataques insurgentes que tienen lugar en el sur profundo", ha indicado Theerasawat, según recoge el diario 'Bangkok Post'.

No obstante, ha señalado que aún es pronto para concluir que los ataques fueron llevados a cabo por el mismo grupo de personas.

Este argumento choca con el presentado por el Consejo Nacional para la Paz y el Orden (CNPO), la junta militar que gobierna Tailandia desde hace dos años, quien ha señalado que las primeras investigaciones apuntan a los partidos políticos afectados por el golpe de Estado.

El portavoz del CNPO, Piyapong Klinpan, ha indicado este domingo que se está llevando a cabo una campaña por parte de algunos grupos que quieren que la población crea que estos ataques están relacionados con el movimiento insurgente en el sur profundo, en particular con el grupo rebelde Barisan Revolusi Nasional (BRN).

No obstante, la junta militar de Gobierno sostiene que detrás de los ataques están las formaciones que han perdido "intereses" políticos.

Por su parte, la Inteligencia tailandesa tampoco ha descartado que el BRN esté detrás de los ataques. "Lo han estado haciendo durante décadas: en 1993 incendiaron 36 escuelas en una noche; en 2004 robaron armas militares; intensificaron sus ataques con incendios, tiroteos y bombardeos durante las últimas décadas en el sur profundo", han señalado fuentes de Inteligencia militar de la zona sur del país.

Algunos oficiales que investigan los comandos de campo del BRN creen que los recientes ataques han sido "una muestra de fuerza y de la expansión de la red" del grupo insurgente más importante del país.

Hasta ahora, un "sospechoso" y seis "activistas" han sido detenidos por los 13 ataques con bomba y los cuatro incendios que entre el jueves y el viernes sacudieron las principales zonas turísticas de Tailandia, dejando cuatro muertos y 35 heridos.

Tailandia lleva sumida más de una década en una grave crisis política, que comenzó con el golpe de Estado de 2006 que puso fin al mandato del entonces primer ministro, Thaksin Shinawatra, y que se agravó en 2014 cuando el jefe del Ejército, el general Prayuth Chan Ocha, derrocó al Gobierno de su hermana Yingluck, que había sido cesada como primera ministra días antes por decisión del Tribunal Constitucional.

La junta militar ha restringido las libertades civiles y los derechos fundamentales y ha impulsado una Constitución que refuerza el papel de las Fuerzas Armadas y su control sobre el poder civil, a la espera de que se celebren unas nuevas elecciones democráticas en 2017.

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