Prada muestra su "lealtad inquebrantable" al PP pese a que algunas personas de su partido "no le merecen respeto"

Prada muestra su "lealtad inquebrantable" al PP pese a que algunas personas de su partido "no le merecen respeto"
Prada muestra su "lealtad inquebrantable" al PP pese a que algunas personas de su partido "no le merecen respeto"
EUROPA PRESS
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El exvicepresidente regional Alfredo Prada ha mostrado este viernes su "lealtad inquebrantable" al Partido Popular a pesar "de lo mal que lo ha pasado" por el caso del espionaje del que supuestamente fue víctima; y todo a pesar de que haya algunas personas de su partido que "no le merecen respecto".

"Soy militante del PP desde hace 30 años. No pondré una gota de agua en un vaso para perjudicar los intereses de mi partido. Hay determinadas personas que por responsabilidades similares o por haber compartido espacios similares me merecen su respeto en el personal, pero no en sus quehacer político. Me siento muy orgulloso a mis ideas principios y valores. Es en lo que creo y he creído. Mi lealtad es inquebrantable al PP pesar de lo que he sufrido en personal, que no se lo deseo a nadie", ha dicho.

En la sesión sobre el caso del supuesto espionaje entre miembros del PP de Madrid que ha tratado esta mañana la comisión de investigación sobre corrupción política en la Comunidad, Prada ha reconocido que durante esos años pasaron "cuestiones que no son propias". Por ejemplo, ha citado que se robara un ordenador a una persona de su confianza y que "se auditara" su gestión al marcharse.

El exvicepresidente segundo ha aseverado que su cese por parte de Esperanza Aguirre como consejeros en 2008 "no tuvo que ver con estos seguimientos". "Mi destitución fue pública y notoria. El PP me incluyó en el Comité Ejecutivo Nacional en 2008 (en el que Aguirre se enfrentó a Rajoy). Entonces hubo una discrepancia en el ámbito político", ha justificado.

Por eso, Prada ha mostrado su "indignación y malestar por lo ocurrido" ese mismo año con su supuestos espionaje. "Esto no se lo deseo al peor de los enemigos porque ha habido un seguimiento y eso afecta al orden personal de mi vida de manera muy importante. Aquello fue un insulto. Esa tristeza y desazón se agranda", ha dicho.

El también exdiputado ha reconocido que tuvo escolta durante diez años porque estuvo amenazado por ETA, desde que era vicepresidente de Senado hasta que dejara el puesto de vicepresidente del Gobierno tuve escolta diez años. "No he tenido miedo, sinceramente, pero sí ha habido una desazón. Ha sido una violación de mi capacidad de libertad, de vida privada", ha reiterado.

Pero Prada tampoco ha dado muchos detalles, a preguntas de los portavoces parlamentarios, sobre el caso del espionaje porque está "sub iudice y ha acordado ya la apertura de juicio oral". Eso sí, ha apuntado que esa información tapó en su día a la llegada de Barck Obama a la Casa Blanca.

"Entonces comprobé que a mí se me había espiado. Viendo aquella historia se verificó con mi agenda y al ver que los hechos coincidían, puso los hechos en conocimiento del fiscal de Madrid, Moix, que me tomó declaración. Yo creo en la Justicia", ha declarado.

"El espionaje parece que se produce en el año 2008, entre abril y mayo, cuando yo llevaba un año sin tener esa responsabilidad en la Comunidad. Me quedé vejado, humillado, perjudicado. Es una intromisión en la libertad personal e intimidad inaceptable desde todo punto de vista", ha detallado a continuación.

En ese punto, Prada ha dejado caer que "algunos medios que negaban esa realidad, esos mismos medios a día de hoy reconocen que esos hechos eran ciertos y han recogido a posteriori declaraciones y grabaciones.

"Yo hice lo que cualquier persona tiene que hacer, que es confiar en la Justicia. Lo que yo no hice fue declaraciones subjetivas. Tiene que ser la Justicia o el propio Parlamento el que investigue lo que ha podido ocurrir", ha añadido.

El exvicepresidente también ha rememorado que habló con Manuel Cobo, otro de los supuestos espiados, sobre el tema, pero "de manera informal". "Compartíamos ese sentimiento de repugnancia de que seas objeto de un espionaje", ha dicho Prada.

"Estos hechos son una especie de tortura tormentosa", ha apostillado más adelante. Con el que no ha hablado en todo este tiempo ha sido con Ignacio González, ha reconocido.

DISCREPANCIAS CON GRANADOS

Sobre su conocimiento con el supuesto espionaje del expresidente autonómico en Colombia, ha aseverado que el asunto "no tiene ni pies ni cabeza". "En el momento de ese viaje yo no soy miembro del Gobierno. Cero vinculación. Además, parece que lo hace una empresa privada de seguridad, en cuyas oficinas yo no he estado en mi vida", ha manifestado Prada, para agregar que ni ha ordenado realizar ningún dossier sobre un político "ni ha encargado ningún espionaje".

En contraposición a lo afirmado luego por Francisco Granados durante su comparecencia por videoconferencia, Alfredo Prada ha aseverado que sus escoltas nunca le dijeron que se hiciera contravigilancia. "Yo nunca tuve un teléfono de prepago en la Comunidad. Se me ofreció y yo lo rechacé", ha apostillado.

Por otro lado, el vicepresidente ha negado que él, a diferencia de Granados, tuviera asesores o personal de confianza en el ámbito de Seguridad. También ha comentado que "formalmente" propuso a Sergio Gamón como director de Seguridad, pero que realmente fue decisión del Consejo de Gobierno.

"Yo creo que las personas que dependían de mi actuaron con rigor, profesionalidad y buen hacer. En cualquier institución en la que he estado, con todos mis defectos, le dirán que soy honesto y sincero. Y cuando tenga que denunciar las cosas, las denunciaré", ha respondido a los parlamentarios.

Por último, Alfredo Prada ha concluido que él llegó a la Comunidad de Madrid "con enorme ilusión y esfuerzo" y desarrollaron un proyecto de Seguridad como fue el de la puesta en marcha de las Bescam "que se hizo bien y que fue aplaudido también por los alcaldes socialistas de la época". "Otras personas lo han ninguneado", ha apostillado.

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