El Prat de Llobregat, a la cabeza de las ciudades españolas con más delitos

El Prat de Llobregat es el municipio con mayor tasa de delitos de España, concretamente 511,47 por cada 10.000 habitantes, de acuerdo con los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior, relativos al primer semestre de 2016. En números absolutos se han cometido en sus calles un total de 3.223 delitos, entre leves y graves, apenas en seis meses.

La localidad suele ser noticia por sucesos con frecuencia. Tres días atrás, por ejemplo, los Mossos d'Esquadra detuvieron a seis miembros de un clan familiar acusados de secuestrar allí a una mujer para forzar la entrega de dos menores de edad, familiares de los detenidos, que habían denunciado haber sido víctimas de una agresión sexual.

Solo los Mossos d'Esquadra y la Policía Local, sin incluir las cifras de la Guardia Civil y la Policía Nacional, contabilizaron esa estadística durante el primer semestre de 2016 y un 46 por ciento de ellos correspondían a hurtos, es decir, a robos sin violencia. Detrás se situaban los daños, delito también leve relativo a la destrucción o deterioro de bienes ajenos.

El Balance de Criminalidad informa de que la mayoría de la estadística a nivel nacional corresponden en España a delitos y faltas (993.596), a hurtos (348.382) y a daños (107.134). También destacan los homicidios dolosos y asesinatos consumados (148) y los robos con fuerza en domicilios (57.458), que han aumentado un 18,4% y un 2,2% respectivamente respecto a 2015.

En ese contexto, a la cabeza de criminalidad se sitúa El Prat de Llobregat, en términos relativos. En el ‘top ten’ le siguen Barcelona, Benidorm (Alicante), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Calviá (Mallorca), Marbella (Andalucía) , Madrid, Arona (Santa Cruz de Tenerife), Roquetas de Mar (Almería) y Fuengirola (Málaga, Andalucía).

¿Por qué acontece esta situación? Desde el Ayuntamiento del municipio intentan matizar esos datos. Dicen que del total de actos delictivos, el 32 por ciento han tenido lugar en el centro comercial SPLAU (la inmensa mayoría son hurtos), uno de los mayores de Cataluña y que reúne unas características en relación a su ubicación que lo convierten en un punto muy singular.

El centro comercial está separado del núcleo urbano de El Prat por la C-31, la B-20 y la A-2, y forma parte de una pequeña punta de tierra en forma de 'no o de montículo que, aún sobrepasando el citado autopista por el norte, sigue perteneciendo al municipio.

También en la localidad se registra una situación peculiar: en el Prat de Llobregat operan seis cuerpos con competencias policiales: a los Mossos, Policía Local y la Guardia Civil deben sumarse la Policía Nacional, la policía portuaria y los agentes de la agencia tributaria. Las autoridades del Ejecutivo municipal consideran que tanta 'superpoblaciòn' de fuerzas de seguridad fomentan "una mayor interacción entre ellos y, por consiguiente, una mayor detección de delitos".El 46% son hurtos

Es verdad que casi la mitad de los delitos (el 46 por ciento) de ellos corresponden a hurtos, es decir, a robos sin violencia. Detrás, se sitúan los daños, delito también leve relativo a la destrucción o deterioro de bienes ajenos. De todas formas, los habitantes del municipio y sus representantes políticos no pueden obviar la 'deshonra' de habitar el punto del país con mayor número de delitos.

El Prat, situado a 14 kilómetros de Barcelona, es un pequeño municipio donde están empadronadas 63.000 personas. Sin dudas, su infraestructura más destacada es el aeropuerto. Y aquí hay que tener en cuenta (una vez más) determinadas salvedades. A la hora de computar las cifras oficiales, el Balance de Criminalidad interpreta que los delitos que tienen lugar en las instalaciones de la terminal aérea pertenecen a su jurisdicción.

Debido al intensísimo volumen de pasajeros y personal que trabaja allí, al tratarse de uno de los aeropuertos más importantes de España y de Europa, es obvio que el número de delitos que se incluyen en el término municipal de la mencionada localidad engrosen el listado. Si ese aeropuerto estuviera situado en otro municipio cercano o de la periferia de Barcelona, padecería probablemente una situación similar.

Por el aeropuerto circulan cerca de 40 millones de pasajeros al año. La inmensa mayoría de los detenidos por robos, hurtos, e incluso por delitos más graves como tráfico de drogas, no viven en el municipio. Muchos están de tránsito y ni siquiera son españoles. No obstante, a la hora de delinquir, sus hechos son computados en esta jurisdicción.