Presidente de Chipre ve posible un "compromiso" para un acuerdo UE-Turquía

El presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis, aseguró este jueves que era posible "un compromiso" para alcanzar un acuerdo entre la Unión Europea y Turquía que frene la llegada de migrantes a Europa en la cumbre de este jueves y viernes en Bruselas.

"Hay obstáculos, pero espero que durante las deliberaciones que tengamos en el Consejo Europeo [en la cumbre] haya un compromiso", dijo Anastasiadis a la prensa en una reunión de los líderes conservadores de la UE antes de la cumbre.

Anastasiadis aseguró que Chipre "no será un obstáculo siempre que tengamos desde el principio la condición de que cada candidato a la adhesión a la UE" reconozca al gobierno de la República de Chipre.

"Es obvio que desgraciadamente, hasta ahora, Turquía no cumplió" con las condiciones, añadió.

Sin embargo, Anastasiadis dijo confiar en que "se encuentren alternativas para ir adelante" con el acuerdo.

El presidente chipriota no reveló cuáles serían esas alternativas y pidió esperar al viernes por la mañana, cuando el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, se sume al cónclave de los líderes de la UE en Bruselas.

Nicosia se opone a la apertura de nuevos capítulos en las negociaciones de adhesión de Turquía al bloque europeo a cambio de que Ankara frene la llegada de migrantes al bloque.

La República de Chipre está dividida en dos desde 1974, cuando los turcos invadieron la parte norte de la isla.

Al llegar a la cumbre, el primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE, sostuvo que "no hay alternativa, debemos llegar a un acuerdo".

Rutte afirmó que de alcanzarse un acuerdo el flujo de migrantes podría detenerse en tres o cuatro semanas.

El controvertido acuerdo con Turquía prevé que por cada migrante que llegue a las islas griegas y sea devuelto a Turquía los europeos admitirán a su vez en sus países a un refugiado sirio de los 2,7 millones que ya están en Turquía, un mecanismo llamado "uno por uno".

Para este mecanismo la UE repartiría 72.000 plazas entre los 28 miembros.

Pero los aspectos legales preocupan. "El paquete propuesto es muy complicado, será muy difícil de implementar y está en el límite de la legalidad internacional", dijo la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite.

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