Slobodan Taranjac, Miodrag Glusac, Ranko Babic, Ranko Dosenovic, Marinko Prastalo, Rade Zekanovic, Zdravko Panic, Trivo Vukic y Milan Vukic están acusados de participar en una "empresa criminal conjunta" en la región de Prijedor, en el noroeste de Bosnia, entre el 27 y el 30 de julio de 1992.
El escrito de acusación sostiene que Taranjac, Glusac, Babic y Dosenovic participaron directamente en la captura de 110 civiles bosniacos en la localidad de Miska Glava el 27 de julio al dar su aprobación para esa operación, además de proporcionar vehículos a los miembros de la brigada Miskoglava del Ejército serbobosnio, que fueron los que mataron a los capturados.
Los civiles bosnios musulmanes fueron capturados cuando huían de sus localidades para intentar llegar hasta la región de Bihac, en el extremo noroccidental de Bosnia, junto a la frontera con Croacia.
La Fiscalía sostiene que los acusados acordaron que los prisioneros deberían ser trasladados a la localidad de Miska Glava, donde sufrieron abusos. Zekanovic, Dosenovic y Prastalo están acusados de estar directamente involucrados en el arresto y el tratamiento inhumano que se dio a los prisioneros.
Taranjac, Glusac, Babic y Dosenovic aprobaron y no hicieron nada para impedir las torturas, los abusos, maltratos y palizas que sufrieron los prisioneros, según los fiscales del caso. Tras los abusos, varios reservistas de la Policía mataron a al menos cinco civiles.
Entonces, según la acusación, Taranjac, Glusac, Babic y Dosenovic ordenaron a sus subordinados que separaran a quince menores de edad para llevarlos al campo de concentración de Trnopolje y que los otros 80 prisioneros fueran llevados a la mina de Ljubija, donde murieron fusilados. Prastalo está acusado de haber participado directamente en las ejecuciones de los 80 prisioneros, de los cuales tres sobrevivieron.
Los fiscales argumentan que los acusados intentaron ocultar sus crímenes enterrando los cuerpos en fosas comunes. Vukic y Panic, junto a otros individuos, están también acusados de llevarse a once personas de Miska Glava a la aldea de Panici, donde les mataron y enterraron sus cuerpos. Posteriormente, intentaron ocultar su crimen con la ayuda de Taranjac, Glusac, Babic y Dosenovic.
Taranjac está procesado como presidente del Comité de Crisis de Ljubija y como jefe de las autoridades civiles, mientras que Glusac era el vicecomandante del sexto batallón de Ljubija de la 43 Brigada del Ejército serbobosnio. Babic era una agente de seguridad de esa misma brigada y Dosenovic era asistente del jefe de seguridad de esa unidad. El resto de acusado eran miembros de la brigada y de la Policía civil y militar.
El fiscal del caso, Izet Odobasic, ha informado de que tiene previsto llamar a declarar a más de 60 testigos. "Las tres únicas víctimas que sobrevivieron declararán, entre ellas Narmin Karagic, cuya conmovedora historia va a ser escuchada. Estoy convencido de que, cuando las pruebas sean presentadas, el tribunal estará convencido de la culpabilidad de los acusados", ha señalado.
El acusado Taranjac ha asegurado que el fiscal "tiene una gran imaginación". Sus abogados, al igual que los que representan al resto de acusados, no han realizado ninguna declaración en la apertura del juicio este lunes. El primer testigo declarará en la próxima sesión, fijada para el 24 de abril.
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