RIVERA: “LOS LIBERALES DE CÁDIZ HAN VUELTO PARA GOBERNAR ESPAÑA”

- Promete no olvidar sus orígenes y hacer buen uso del apoyo como un "préstamo" . El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró este domingo que su partido se plantea ya como objetivo inmediato liderar gobiernos desde el centro político y con un ideario liberal progresista heredero de los “valientes” constitucionalistas de 1812. “Los liberales de Cádiz han vuelto para gobernar España”, sentenció.
Con esa proclama Rivera clausuró la IV Asamblea General de Ciudadanos, en la que se han aprobado los Estatutos, el ideario y la estrategia para hacer posible ese objetivo, y de la que su equipo sale sin apenas contestación interna.
A pesar de la mayoría arrolladora que ha avalado sus tesis, Rivera comenzó su intervención con un guiño evidente a quienes han defendido sin éxito que Ciudadanos no se desprenda de su inspiración socialdemócrata y a quienes añoran un mayor peso catalán en la implantación estatal del partido.
“Uno tiene que saber de dónde viene, no puede regenar nunca de sus orígenes”, dijo, asegurando que Ciudadanos nunca olvidará que nació de una plataforma cívica en Cataluña pero tampoco puede perder de vista “el rumbo que hemos marcado para saber a dónde vamos”.
Rivera se refirió a Ciudadanos como el sueño hecho realidad de millones de españoles que se sentían políticamente huérfanos sin una opción a la que votar con comodidad. Ese sueño, dijo, viene de doscientos años atrás y a esos españoles hay que decirles: “Los liberales de Cádiz han vuelto para gobernar España”.
Aseguró que aquella semilla de constitucionalismo, libertad y patria “quedó muy bien plantada” y a pesar de un siglo de restauraciones y de una dictadura la Constitución de 1978 fue el fruto de aquel sueño. Ahora es “momento de mejorarla precisamente para que no se la carguen” y para hacer de España el “árbol fuerte y robusto” que nace de ella.
Ciudadanos, afirmó, tiene que ser el partido “de las reformas” y el estandarte de la libertad, de la igualdad y de la unión frente a quienes quieren “tirarlo todo por el suelo” y a quienes no quieren modificar nada. Rivera defendió que en España “se han hecho cosas muy bien pero también hay muchas cosas que cambiar”.
Aseguró que los Estatutos del partido son el reflejo de la España que defiende Ciudadanos, la de un proyecto común pero con autonomía territorial, y en ese punto insistió en su intención de recorrer “cada pueblo” para no perder su conexión con la sociedad.
Agradeció el debate “exquisito y democrático” que ha permitido actualizar el ideario del partido demostrando que se puede debatir “y salir unidos” defendiendo el equilibrio entre dos principios esenciales: igualdad y libertad.
“En el centro está la virtud”, aseguró, apelando a los tres grandes proyectos políticos que en España han demostrado que se aglutina desde ese centro y no desde los extremos: los de Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar. A diferencia de ellos, que se desplazaron al centro desde otros ámbitos, “nosotros nos vamos a quedar en el centro” para definir desde ahí un proyecto mayoritario.
"NUEVOS PERO NO NOVATOS"
Rivera subrayó que socialdemócratas y conservadores “consiguieron grandes logros” en el siglo XX, pero ahora están “en crisis” y el nacionalismo y el populismo aprovechan su falta de respuesta para hacerse fuerte. Las soluciones, sentenció, tienen que llegar desde el liberalismo político.
Celebró por tanto que treinta años después de Suárez el centro político esté de nuevo vivo en España y preparándose para gobernar, “porque somos nuevos pero no queremos ser novatos” y cuando Ciudadanos gestione “tendremos que hacerlo mejor que los que estaban”.
Tomando como ejemplo la unidad interna de Ciudadanos, Rivera se dirigió a quienes están “a la gresca” para decirles que cada cual se organiza como quiere pero en ningún caso deben “perjudicar la estabilidad de este país” y pedirles que sus problemas internos “no paralicen el funcionamiento” de las instituciones.
Rivera defendió la utilidad que ha demostrado Ciudadanos en las instituciones facilitando reformas y a la vez ejerciendo una oposición “firme”, y se mostró convencido de que en su próxima Asamblea el partido debatirá sobre lo que está haciendo en los gobiernos. “No pretendemos ser infalibles, solo sensatos”.
Sus mensajes internos fueron continuos, también para dejar claro que no interpreta el respaldo como un “cheque en blanco” sino como “un préstamo que vence en cuatro años”, incluso antes “si lo hacemos mal”, y para asegurar que se encargará “personalmente” de cumplir los objetivos marcados.
Justo antes el secretario general del partido, José Manuel Villegas, subrayó que Ciudadanos ya tiene “una definición clara de lo que somos”, una estrategia y un equipo para arropar al “sin duda, mejor líder” posible, demostrando además que la democracia es “compatible con la eficacia y con la unión”.
El ex primer ministro belga y presidente del Grupo Alde del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, subrayó que Europa está “en una encrucijada” en la que es necesario “contraatacar” y para ello Ciudadanos es “un ejemplo” en el que están puestas las miradas de otros partidos centristas y liberales.

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