Rajoy es investido presidente con el menor número de 'noes' de la democracia

Rajoy es investido presidente con la abstención histórica del PSOE
Rajoy es investido presidente con la abstención histórica del PSOE

Mariano Rajoy ha sido investido presidente del Gobierno, tras 314 días de interinidad, en la segunda votación de investidura celebrando este sábado 29 de octubre en el Congreso de los Diputados. El candidato ha conseguido los votos favorables de los 137 parlamentarios del PP, UPN y Foro, los 32 de Ciudadanos y el de Coalición Canaria. En total, 170 'síes'.

La investidura ha salido adelante por mayoría simple gracias a la abstención histórica del PSOE. José María Fernández y Sonia Ferrer han sido las primeras en votar abstención. Desde entonces el goteo de abstenciones ha sido incesante en la bancada socialista. Algunos, como María González Veracruz, se han abstenido "por imperativo". Ha habido 68 abstenciones.

En total, han sido 15 los diputados del PSOE que no han votado abstención, saltándose la resolución del Comité Federal del PSOE: los siete diputados de PSC, Susana Sumelzo, Rocío de Frutos, Margarita Robles, Odón Elorza, los dos diputados de Baleares, Zaida Cantera y Pilar Cancela.

A las 20:21 horas la presidenta del Congreso ha pronunciado las siguientes palabras: "Votos emitidos: 349. Votos a favor del candidato: 170. Votos en contra: 111. Abstenciones 68". 

Desde este día, Rajoy pasará a la historia por ser el presidente que ha conseguido el menor número de 'noes' en una votación de investidura, superando a Felipe González que ostentaba este honor desde 1982.

Nada más comunicar Ana Pastor que Rajoy ha sido investido presidente, ha recibido un aplauso de toda la bancada popular. Su primer gesto ha sido con Albert Rivera, a quien se ha dirigido para darle la mano. Hasta ahora este ranking lo ha encabezado el expresidente socialista Felipe González, que obtuvo el rechazo de 116 diputados en la legislatura 1982-1986 tras su primera victoria de 1982. Fue la mayoría absoluta más holgada de la democracia con 207 escaños, informa Europa Press.Tampoco Rajoy pasará a la historia por ser el presidente con menos respaldo de la historia reciente. Este ranking lo encabeza el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que en 2008 logró ser reelegido con 168 'síes'.Rajoy avisa de cuáles son sus líneas rojasEl breve debate previo a la votación se ha caracterizado por su dureza. Ha sido breve, con intervenciones de cinco minutos, pero muy bronco. Ha sido un todos contra el PSOE, menos el PP, que ha respetado el acuerdo para tener un perfil bajo con los socialistas.

El primero en tomar la palabra ha sido Rajoy, que ha agradecido el esfuerzo de sus socios: Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro. Ni una palabra hacia el PSOE, a quien no ha citado. Rajoy ha sido el único portavoz que no ha mentado a los socialistas.Agradezco una vez más a @CiudadanosCs, @coalicion, @upn_navarra, @ForoAsturias y @AragonPAR su disposición al acuerdo #InvestiduraRajoy— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) October 29, 2016

Rajoy ha dejado claro que es consciente que gobernará en minoría, pero ha avisado de las líneas rojas que no está dispuesto a traspasar. Diálogo, todo el del mundo, pero no está dispuesto a que le impongan nada. "El rumbo lo va a marcar el Gobierno, ha avisado.

El mensaje para Ciudadanos es claro: "Votar sí implica comprometerse a intentar construir en determinadas materias, como los compromisos europeos y la estabilidad presupuestaria". 

Rajoy ha esbozado cuáles son los límites que no va a traspasar: "No me está permitido negociar la unidad de España, incumplir los compromisos con la UE ni quebrar la estabilidad presupuestaria. Ni yo ni nadie". El discurso del ya presidente del Gobierno ha sido toda una declaración de intenciones, dejando entrever que si no le apoyan tiene en su manga la disolución de las Cortes a partir de mayo o la cuestión de confianza, una herramienta constitucional para ganar, de nuevo, la confianza de la Cámara.

Rajoy tampoco está dispuesto a aniquilar el marianismo. También lo ha dejado claro: "No estoy dispuesto a derribar lo construido. Se puede mejorar, sin duda. Pero no puedo aceptar su demolición". Ha hablado de que no va a "traicionar" su "proyecto político". "No me pidan ni pretendan imponerme", ha advertido..

"He avisado lo que va a ocurrir y lo que no va a ocurrir, para que todo el mundo sepa a qué atenerse", ha añadido.Las intervenciones de Hernando, Iglesias y Rivera

El portavoz socialista, que tenía ante sí un papelón, ha dicho que su grupo, ya partido, va a estar vigilando cada paso que dé el Gobierno y que no le van a dar ni 100 días de cortesía. Ha pedido, como prioridad, la derogación de la LOMCE.

La intervención de Hernando ha sido floja, pero ha sido despedido con una ovación de su grupo. Esta vez sí se han puesto la mayoría de parlamentarios en pie. Había trabajo previo de conciliación.

A partir de ese momento, todos los grupos se han ensañado con el PSOE.

Pablo Iglesias ha sido el primero en hacerlo, aunque también ha vuelto a acusar a Rajoy de acabar con el turnismo y ha avisado de que el ya presidente "ha sentado las bases para que tarde o temprano nosotros le ganemos las elecciones". La nota de color la ha puesto cuando ha abrazado a Errejón, Montero y Espinar y se ha escuchado "ohhh".

Albert Rivera ha dicho que la receta para que el Gobierno de Rajoy tenga estabilidad es la de cumplir las exigencias de Ciudadanos. Ha reclamado una comisión de investigación sobre la financiación irregular en el PP. También ha tenido palabras para el líder de Podemos: "Señor Iglesias, le doy una mala noticia, a partir de ahora hay que trabajar".Y llegó Rufián

Ha sido Gabriel Rufián quien ha encendido la polémica. El hoy portavoz de ERC ha citado testimonios de socialistas indignados con la abstención del PSOE. Algunos hablaban de "asco" y "rabia" por la decisión.

La reacción de la bancada socialista ha sido inmediata. Eduardo Madina ha hecho aspavientos e, incluso, tres parlamentarios el PSOE han abandonado el hemiciclo mientras Rufián les dedicaba lindezas. Cuando ha terminado han vuelto entrar.

Hernando reclamó derecho de réplica por las alusiones al grupo socialista y habló del "sudor y lágrimas" que han derramado los suyos, lo que mereció el aplauso de su grupo, al que se sumaron PP y Ciudadanos. Un gesto que les honra.

Una de las mejores intervenciones de la tarde ha sido la de la canaria Ana Oramas, que ha hablado desde la tribuna de dejar a un lado el "odio" y el "rencor". Ha sido aplaudida por PP, PSOE y Ciudadanos. 

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