Las mediciones acústicas realizadas en Río de la Pila, Cañadío y Pombo "no son alarmantes"

Las mediciones acústicas realizadas en Río de la Pila, Cañadío y Pombo "no son alarmantes"
Las mediciones acústicas realizadas en Río de la Pila, Cañadío y Pombo "no son alarmantes"
EUROPA PRESS
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Santander ya cuenta con un Mapa Estratégico de Ruidos, que ha elaborado durante los últimos siete meses la empresa Acustel y en el marco del que se han realizado mediciones acústicas en las zonas de ocio nocturno del Río de la Pila y las plazas de Cañadío y Pombo y cuyos resultados "no son alarmantes" si se tiene en cuenta que el ruido considerado razonable en horario nocturno es de 55 decibélios.

Así lo ha indicado este jueves el concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible, Ignacio Quirós, en la presentación de ese Mapa de Ruidos para cuya elaboración no era necesario hacer mediciones concretas en las zonas de copas de ciudad pero éstas han sido solicitadas a Acustel por el equipo de Gobierno por su "especial sensibilidad" con las molestias a las personas que residen en ellas.

Quirós no ha detallado los datos concretos aunque ha dicho que "en algunos casos y en algunas de las mediciones" son superiores a lo considerado adecuado. Ha explicado que ese Mapa de Ruido busca conocer los niveles de ruido en diferentes zonas de la ciudad con el fin de establecer un plan de acción con medidas concretas a implementar en aquellos lugares en que "sea necesario".

Así, ha señalado que precisamente se han solicitado las mediciones en las zonas de ocio nocturno del Río de la Pila, Cañadío o Pombo, entre otras, para en ese plan de acción recoger medidas que incidan "especialmente" en estos espacios.

Para su elaboración, ha indicado que se han analizado los ruidos pertenecientes a infraestructuras de transporte rodado y ferroviario y los derivados de la actividad industrial, no así el impacto de los generados por el tráfico aéreo ya que el aeropuerto se sitúa fuera del término municipal.

"El Mapa Estratégico de Ruido tiene como finalidad aportar información sobre los niveles de ruido originados por las infraestruturas y los existentes en las aglomeraciones urbana, además de evaluar la población expuesta a diferentes intervalos de niveles de ruido", ha apuntado el edil.

Con ese mapa, el concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible ha destacado que será una "herramienta efectiva" con la que poder establecer la afección sonora de distintas zonas, en particular aquellas que requieren un "clima sonoro silencioso" como zonas culturales, residenciales o sanitarias. También, ha dicho, será un "elemento de influencia" para la futura planificación del tráfico en la ciudad.

DATOS DEL MAPA DE RUIDO

En base a las mediciones realizadas durante siete meses en todo el término municipal, Acustel concluye que "Santander cumple con los objetivos de calidad acústica para zonas residenciales", considerando un nivel adecuado un máximo de 65 decibélios en horario diurno y 55 en nocturno y aceptable de 65 a 70 por el día y 60 por la noche.

En concreto, en la capital cántabra un 92% de la población está por debajo de los 65 decibélios en horario diurno, el 94% por la tarde y un 86,4% está por debajo de los 55 por la noche. Con un periodo de referencia de 24 horas, el 88% está por debajo de los 65 decibélios, es decir, en nivel adecuado; un 9% en aceptable y sólo en mejorable, ha detallado el edil.

El mapa también indica que la principal fuente de ruido es el tráfico rodado ya que el ferroviario afecta a "un área muy localizada del municipio", que es la situada en las vías del tren, y las zonas industriales en general no están cerca de zonas residenciales.

Sobre el tráfico rodado, el concejal ha indicado que prácticamente un 97% de la población se encuentra en un nivel adecuado o aceptable y ha apuntado que los "mayores conflictos" de éste se generan en las principales arterias como son la S-10, la S-20 y la A-67 y las calles más afectadas en el casco urbano son la avenida de Parayas, la calle Castilla y Antonio López.

De todo ello, ha dicho, "podemos deducir que Santander registra un cumplimiento de los objetivos de calidad elevado", no obstante, de cara a seguir manteniendo estos niveles, se desarrollará el plan de acción que propondrá medidas para paliar los efectos del ruido en "las zonas que sea necesario" y que estará finalizado en el plazo de cinco meses tras la aprobación definitiva del mapa de ruidos.

SALE A EXPOSICIÓN PÚBLICA

Antes de eso, el mapa de ruidos saldrá a exposición pública y habrá un mes para presentar alegaciones, tras lo que se procederá a su aprobación definitiva para remitírselo al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) y la Comisión Europea.

Al igual que el mapa, la empresa especializada Acustel también se encargará de elaborar el plan de acción, contemplado en el contrato que le ha adjudicado el Ayuntamiento de Santander y que asciende a algo más de 60.000 euros, según ha indicado Quirós. Ese contrato también incluye la colaboración en la contestación de las alegaciones que se presenten en el periodo de exposición pública.

Con el mapa y el plan de acción, se pretende detectar y cuantificar los principales ruidos presentes en la ciudad y su efecto en los ciudadanos, tener una radiografía del ruido para determinar los aspectos a tener en cuenta a la hora de poner en marcha medidas, conocer el número de personas que se encuentran expuestas a un determinado nivel acústico y plantear soluciones que mejoren el confort acústico en todo el municipio.

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