Rivales del gobierno libio ocupan oficinas en Trípoli y anuncian que retoman funciones

El gobierno libio apoyado por Naciones Unidas sufrió un duro golpe este sábado tras la ocupación sin combates de las dependencias del Consejo de Estado por parte de las antiguas autoridades de Trípoli, que anunciaron que retoman sus funciones.

El enviado de Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler, condenó el último desafío a la autoridad del gobierno de unión nacional (GNA), avisando que esto provocaría "más disturbios e inseguridad".

Los países occidentales han puesto todas sus esperanzas en el GNA para atajar la insurgencia del yihadismo en ese país del norte de África e impedir la salida de migrantes desde sus costas en dirección a Europa.

Liderado por el primer ministro Fayez al Sarraj, el GNA estaba pensado para remplazar a las dos administraciones rivales, una en Trípoli y otra en el este del país.

El viernes, en un comunicado, el jefe del ex gobierno tripolitano, Jalifa Ghweil, afirmó la "legitimidad" de su "gobierno de salvación nacional", surgido del ex Parlamento de Trípoli, el Congreso General Nacional (CGN).

Ghweil llamó a todos sus ministros a retomar sus funciones y considerar "suspendidos de funciones" a todos los responsables nombrados por el nuevo gobierno de unión nacional (GNA) apoyado por la ONU.

La capital, Trípoli, estaba en calma el sábado y no había signos de ninguna presencia militar extraña, incluyendo las inmediaciones del Consejo de Estado, cuyas oficinas fueron el viernes.

A pesar de que en abril perdió todas las instituciones y ministerios que controlaba en Trípoli en provecho del GNA, Ghweil seguía publicando comunicados con el sello de su gobierno.

Ghweil, que había perdido el apoyo de las principales milicias que controlaban Trípoli, leyó su comunicado en los locales del Consejo de Estado, la máxima instancia consultiva resultante del acuerdo político apadrinado por la ONU.

El GNA respondió prometiendo en un comunicado la detención de "los políticos que intentan crear instituciones paralelas y desestabilizar la capital".

El gobierno de unión nacional condenó la ocupación del cuartel general del Consejo de Estado por "un grupo armado" y denunció nuevos "intentos de sabotear el acuerdo político" apadrinado por la ONU.

En base al controvertido acuerdo sellado a finales de 2015 en Marruecos por miembros de fuerzas políticas libias, los 145 diputados del CGN pasaron a ser miembros del Consejo de Estado.

Por su parte, Martin Kobler expresó su "fuerte apoyo" al gobierno de unión este sábado, "la única autoridad legítima" en Libia.

Las autoridades del este de Libia rechazan ceder poder, reforzadas por las milicias armadas del controvertido general Jalifa Haftar.

Dos gobiernos se disputan el poder en Libia desde el derrocamiento del dictador Muamar Gadafi.

Por un lado, el GNA instalado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional y, por otro, un gabinete paralelo, con base en el este del país.

La batalla por el poder se intensificó el mes pasado cuando las fuerzas del controvertido general Jalifa Haftar se hicieron con el control de los principales puertos petroleros del país.

Las tropas de Haftar se aprovecharon de la ausencia de los combatientes leales al GNA, que se encontraban luchando contra el grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad de Sirte (oeste) con el apoyo de la fuerza aérea de Estados Unidos.

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