Annik Kesyan y Marina Dzhandzhgava informaron a varios de sus conocidos en Georgia sobre un tren que transportaba material militar ruso a la frontera. "Sí, se están moviendo" fue el mensaje que escribió Kesyan, tal y como ha informado Equipo 29, una asociación de abogados de San Petersburgo.
Por transmitir esta información fueron declaradas culpables de traición y condenadas Kesyan a ocho años de prisión y Dzhandzhgava a doce. Han permanecido en la cárcel hasta ahora, que el Kremlin ha conmutado el resto de su condena por "principios humanitarios".
El pasado marzo, Rusia ya indultó la pena de una tercera mujer, Oksana Sevastidi, condenada por el mismo motivo. Varias asociaciones de Derechos Humanos habían denunciado en repetidas ocasiones las sentencias.
Georgia y Rusia mantuvieron una breve guerra por Osetia del Sur y la región de Abjazia en 2008. Tras acabar el conflicto, Moscú, cuya fuerza se impuso, reconoció a ambas regiones como países independientes, si bien casi ningún otro país lo ha hecho.
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