"No creo que seamos capaces de ir tan rápido", ha advertido ante los periodistas el embajador ruso en Naciones Unidas, Vassili Nebenzia, en alusión a los planes expuestos por la representante estadounidense, Nikki Haley, para someter el texto a votación el 11 de septiembre.
No obstante, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha mostrado la disposición del Gobierno a estudiar una nueva resolución siempre y cuando no añada nuevas tensiones militares al conflicto y apueste por una solución diplomática.
Así se lo ha trasladado Lavrov al secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, con quien ha mantenido una conversación telefónica en la que también ha abogado por dotar de más protagonismo al secretario general de la ONU, António Guterres, según un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.
Moscú mantiene el llamamiento a la prudencia que ha caracterizado todas sus declaraciones desde el ensayo nuclear perpetrado por Pyongyang del 3 de septiembre. Washington, por su parte, aboga por imponer las sanciones "más contundentes posibles", sin aclarar su alcance.
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