La ex fiscal general Sally Yates, destituida por el propio Trump, testificará la semana que viene sobre Flynn

  • La ex fiscal general Sally Yates testificará la semana pasada ante un subcomité judicial del Senado de Estados Unidos sobre los contactos que mantuvo el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, nombrado por el actual presidente, Donald Trump, con el embajador ruso y que ocultó al Gobierno.
EUROPA PRESS

Se espera que Yates, a la que el propio Trump destituyó apenas unas horas después de que saliera a la luz una carta en la que la ex fiscal pedía al Departamento de Justicia que no acatara la orden ejecutiva sobre inmigración, testifique la próxima semana en lo que será una de las declaraciones más importantes del caso.

Según han indicado a la cadena CBS varias fuentes del Congreso y de las fuerzas de seguridad, Yates podría revelar lo que ella mismo le comunicó a la Casa Blanca sobre Flynn.

En un principio, la ex fiscal general tenía que haber declarado el pasado mes de abril, si bien su audiencia ante el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes se canceló después.

Tras su destitución, la Casa Blanca la acusó de haber "traicionado" al Departamento de Justicia "al negarse a adoptar una orden designada para proteger a los ciudadanos estadounidenses".

Sin embargo, días después se conoció que ésta había informado a la Casa Blanca de que Flynn habría mentido a altos cargos del Gobierno --entre ellos al vicepresidente, Mike Pence-- acerca de la naturaleza de la conversación con el jefe de la misión diplomática rusa, y advirtió de que el asesor era "potencialmente vulnerable" a chantaje por parte de Moscú.

Flynn, que estuvo en el cargo menos de un mes, se colocó en el punto de mira desde que se conoció que había mantenido una serie de contactos con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kisliak, el día previo a que Washington impusiera, a finales de diciembre, una nueva ronda de sanciones contra Rusia.

Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había indicado en un comunicado que Donald Trump estaba "evaluando la situación" y que se había reunido con Pence, quien aseguró públicamente que durante ese contacto no se había tratado el tema de las sanciones.

No obstante, el mencionado diario publicó la semana pasada una información que apuntaba a que sí se había hablado acerca de las sanciones impuestas a Moscú, por lo que Pence decidió reunirse con Flynn.

En un comunicado difundido desde la Casa Blanca, Flynn explicó que "debido al ritmo acelerado de los acontecimientos", dio "de forma involuntaria" al vicepresidente y a otros altos cargos "información incompleta" acerca de las citadas llamadas telefónicas.

"Me he disculpado sinceramente tanto al presidente como al vicepresidente, quienes han aceptado mis disculpas", explicó.

A finales de diciembre, el Gobierno de Estados Unidos, aún en manos de Barack Obama, anunció la expulsión de 35 diplomáticos rusos, el cierre de dos complejos rusos y la ampliación de las sanciones contra individuos y entidades rusos, en respuesta a la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales para favorecer la victoria de Trump.

Después de esto Spicer explicó que las llamadas mantenidas entre ambos tenían como único objetivo fijar una fecha para que Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, se comunicaran por teléfono una vez que el republicano accediera a la presidencia.

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