A preguntas de los medios tras un desayuno informativo, García-Page ha manifestado que Pedro Sánchez "tiene una papeleta de difícil resolución".
"El PSOE tiene que decir no a un Gobierno de Rajoy. No inventarnos tretas. Eso de que alguien se quede encerrado en el servicio a la hora de votar es una falta de respeto", ha señalado el líder socialista.
En esta línea, ha recordado que las fuerzas conservadoras en el Parlamento suman 182 diputados, por lo que ha considerado que Rajoy "tiene claramente dónde poder formar Gobierno".
"Hay que dejar a Rajoy que haga su trabajo y que haga su Gobierno, por supuesto con Ciudadanos, y persuadiendo al PNV y a Coalición Canaria", ha apuntado, añadiendo que el PP también tendría que convencer a Convergencia Democrática de Cataluña, algo que "sería bueno para el futuro de España".
Ha justificado esta idea enfatizando que el debate de investidura tiene que ir unido a los futuros apoyos de cara a sacar adelante unos Presupuestos Generales. "Y para que la formación de Gobierno no sea pan para hoy y hambre para mañana, Rajoy tiene que hacer un esfuerzo intenso de acercar posturas con quien se han entendido en el pasado".
Por todo ello, ha invitado al PP a buscar el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes, "con los que va a coincidir en puntos como la reforma laboral y en los presupuestos", ya que "siempre han votado conjuntamente medidas de carácter ideológico" y ahora toca "buscar esa estabilidad ideológica".
En todo caso, ha avisado al PP de que "si está jugando" a que el PSOE pueda abstenerse a última hora, está equivocado. "Si juega con tirar de la cuerda, que cambie de opinión, porque no es así. Ya somos todos mayorcitos", ha alertado.
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