La Comisión Federal de listas del PSOE ha aprobado este viernes por unanimidad las listas para las elecciones del 26-J, rechazando el intento del presidente valenciano, Ximo Puig, de presentar una candidatura conjunta con Podemos al Senado basado en un programa valenciano.
El conflicto valenciano era el único escollo para la aprobación de las listas, pero se ha salvado sin mayor problema. “Es un error de la dirección no permitirnos hacer esa negociación, pero lo acatamos”, ha resuelto el secretario de Organización del PSPV, Alfred Boix. La propuesta recibió el rechazo en bloque de los representantes de las distintas federaciones.
Pese a que Puig descartó que la pretensión fuese un pulso a Sánchez, la interpretación en ese sentido fue inmediata, ya que las relaciones entre ambos no son del todo fluidas.
La oferta partió desde Podemos este miércoles, cuando la dirección de la formación emergente envió una carta al PSOE para explorar la posibilidad de listas conjuntas a la Cámara alta. La propuesta recibió la negativa rotunda del líder socialista.
El líder valenciano no ha acudido en cambio a Madrid para la reunión de dirigentes territoriales alegando problemas de agenda. Este sábado, el comité federal socialista habrá de ratificar a Sánchez como candidato a La Moncloa-fue el único que recibió los avales necesarios en las primarias-así como las listas.
El PSOE apenas ha introducido variaciones con las del 20-D, a excepción de aquellas “forzadas” por los acontecimientos, como el traslado de Meritxell Batet a Barcelona para cubrir la baja de Carme Chacón o la incorporación de la jueza Margarita Robles como número dos por Madrid. Tampoco se mantiene Irene Lozano, uno de los fichajes más polémicos del partido. Sí lo hace la excomandante Zaida Cantera.
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