Sánchez avisa de que lo más inútil es votar "a los extremos", porque no pueden pactar con nadie

Sánchez avisa de que lo más inútil es votar "a los extremos", porque no pueden pactar con nadie
Sánchez avisa de que lo más inútil es votar "a los extremos", porque no pueden pactar con nadie
EUROPA PRESS
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El secretario general del PSOE y candidato a la Moncloa, Pedro Sánchez, ha avisado este martes de que, con un panorama electoral tan fragmentado, "no hay mayor inutilidad que votar a los extremos": al PP de Mariano Rajoy, porque "nadie quiere pactar" con él, y al Podemos de Pablo Iglesias, porque considera que no tiene capacidad de diálogo.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Sánchez se ha presentado como "antídoto" frente a esos extremos. Con unas encuestas que auguran que nadie tendrá mayoría absoluta, ha afirmado que para evitar unas terceras elecciones hay que votar a la opción con más capacidad de pacto y de diálogo y, a la vez, "con un proyecto, con raíces y con un pasado al servicio de los españoles".

Además, ha pedido a los españoles que voten a partidos "que no tienen dobleces" y "no esconden sus cartas". Sánchez ha dicho que Rajoy escondió la carta que envió a Bruselas prometiendo más recortes e Iglesias un día afirma que hacer un referéndum en Cataluña para él es una línea roja y otro día dice lo contrario, y ahora quiere hasta selecciones de fútbol "para todas las nacionalidades del país".

A su juicio, después de cuatro años con "muchas mentiras y mucha corrupción", hay que "apostar por partidos que dicen las cosas claramente y no tienen nada que esconder y ese es el PSOE", ha dicho.

El líder socialista considera que España tiene un problema con Rajoy, pero no puede permitirse "crear nuevos problemas con Iglesias", es decir, ha remarcado que la deuda del cien por cien del PIB que deja el Gobierno del PP no va a resolverse con el gasto de 60.000 millones que propone Podemos y que generará "un enfrentamiento con Bruselas".

En la misma línea, ha opinado que el PP ha instrumentalizado las instituciones --desde la fiscalía hasta RTVE--, y que eso no se resolverá poniéndolas "al servicio de Pablo Iglesias".

"Lo que no sumaría para España es que la intransigencia de los extremos ganara las elecciones el 26 de junio porque hay muchas fracturas que coser y eso sólo lo puede hacer un partido con ideas claras, proyecto claro y con un equipo".

El PSOE, ha dicho, tiene a Ángel Gabilondo, a Margarita Robles, a Josep Borrell, a Rafal Bengoa, a Jordi Sevilla o a Patxi López. "El equipo de Rajoy es para olvidar y su proyecto más aún, y de Iglesias no sé qué equipo tiene y su proyecto tampoco", ha dicho.

Sánchez ha dejado claro que su objetivo en esta recta final de campaña es activar a los votantes socialistas que están pensado quedarse en casa y les ha llamado a acudir a las urnas a hacer un "ejercicio de reivindicación de un presente, un pasado y un futuro de lo que necesita el país".

Según su análisis, los votantes socialistas tienen que decidir "si se quedan en casa como observadores" o asumen protagonismo como siempre que España necesita un cambio. Es más, está convencido de que en este tramo final de campaña el PSOE está creciendo y al final los votantes socialistas acudirán "en masa".

Él mismo ha tirado de orgullo socialista al decir que ser un partido capaz de tender puentes no es lo mismo que no tener principios y ha citado al exvicepresidente Alfonso Guerra para decir que los partidos con "convicciones firmes" son los más capaces de llegar a acuerdos porque tienen claras sus líneas rojas.

Y ha afeado a Pablo Iglesias sus cambios de opinión y que ahora presente el comunismo como si fuera "una moda" o "un pecado" de juventud y frivolice con esta ideología y, a su juicio, con lo que representó el PCE en España. "Me parece un insulto a la memoria de esos comunistas que hasta se dejaron la vida para que hubiera democracia", añadiendo que los "comunistas de corazón" no se sentirán "muy reconocidos" viendo cómo frivoliza.

En su opinión, Iglesias es comunista, anticapitalista, "profeta del fin de las ideologías" y "todo lo necesario para poder llegar al poder, pero eso no es lo que necesita España". El líder de Podemos, a su juicio, ha convertido en "juguetes rotos" todo lo que le ha permitido llegar hasta donde está hoy: el comunismo, una vez "absorbida IU", el chavismo o su apoyo a SYRIZA en Grecia.

LE DOLIÓ VER A IGLESIAS APLAUDIENDO A BILDU

Sánchez ha dicho no tener muchos motivos para fiarse de Iglesias y le ha preguntado si la mano que le tiende es la misma con la que le rechazó en el Congreso. Con todo, ha asegurado que lo que más le dolió de los debates de investidura fue ver a Iglesias aplaudiendo a la portavoz de Bildu, mientras tiene "rencor" hacia el PSOE que ha sufrido atentados de ETA.

También ha afeado al líder de Podemos que ahora elogie al expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero después de haber criticado sus políticas. Pero ha asegurado que no le molesta que ambos tengan buena relación, es más, ha opinado que los expresidentes "tienen que ser patrimonio de todos" y ha avanzado que si él llega a la Moncloa tratará de implicar a los expresidentes en asuntos que vayan más allá de sus afinidades ideológicas.

Preguntado por Venezuela, ha lamentado que Leopoldo López y otros opositores encarcelados "no encuentren el apoyo y el aplauso de los líderes de Podemos".

SIMILITUD ENTRE EL BREXIT Y CATALUÑA

Sánchez también ha lamentado que "la derecha británica" haya convertido su problema interno sobre la pertenencia a la UE en un referéndum que tendrá trascendencia a escala global y ha visto cierto paralelismo con el que los independentistas quieren hacer en Cataluña: "Hay que acordar para luego votar y no plantear una ruptura, que es lo que plantea la derecha británica y algunos independentistas en Cataluña".

En este punto, ha insistido en su propuesta de reforma de la Constitución, para que todos los españoles se pronuncien sobre un acuerdo, no una ruptura, y no "fragmentar la soberanía nacional".

A su modo de ver, "nadie puede ser presidente a costa de fragmentar la soberanía", y ha recordado que él no quiso serlo, porque no quiso aceptar el "trágala" que le planteó Podemos: poner los jueces y fiscales anticorrupción "a sueldo de Podemos" y "hacer descansar la gobernabilidad de España" en fuerzas independentistas. "Son legítimas y hay que hablar con ellas pero no creo que ese sea el cambio político que merece España", ha dicho.

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