Seúl anunciará este viernes la ubicación concreta para el despliegue del THAAD

EUROPA PRESS

Si bien ya se conocía que el dispositivo, que se establecerá de forma conjunta con Estados Unidos con el objetivo de contrarrestar la creciente amenaza de Corea del Norte, se instalaría en el condado de Seongju, en el sureste del país, todavía no se sabe su localización exacta.

"Tenemos previsto publicar mañana a las 14:30 (hora local) los resultados de la evaluación de las tres posibles ubicaciones donde podría instalarse el sistema", ha señalado el Ministerio en un mensaje recogido por la agencia surcoreana de noticias, Yonhap.

El anuncio se ha programado justo después de las auditorías parlamentarias del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, celebradas este miércoles.

Seúl y Washington habían apuntado a la base de Seongsan, ubicada a unos 296 kilómetros al sureste de Seúl, como lugar de instalación del THAAD. No obstante, comenzaron a revisar otras posibles localizaciones después de que los residentes exigieran que se cambiara el lugar debido a los problemas de salud que se cree que podrían ser provocados por las potentes ondas de radar que emanan de la batería del sistema.

Según algunas fuentes de Defensa, el club de campo Lotte Skyhill, en el norte del condado, podría ser el elegido: ubicado a 680 metros por encima del nivel del mar, se trata de una zona más aislada y separada de áreas residenciales.

Sin embargo, este club de golp podría enfrentarse a las protestas de los residentes de la ciudad de Gimcheon, muy cercana, ya que el radar del sistema de defensa estará señalando hacia ella.

El pasado mes de julio Corea del Sur y Estados Unidos acordaron este movimiento con el objetivo de reforzar la defensa del país asiático ante las amenazas vertidas por Corea del Norte.

La decisión se tomó cinco meses después de que se iniciaran las negociaciones entre ambas partes para el despliegue de este sistema de derribo de misiles balísticos de corto, intermedio y medio alcance a través del impacto directo.

Las negociaciones arrancaron después de que Corea del Norte lanzara, a principios de febrero, un misil de largo alcance. Esto supuso una nueva prueba de tecnología de misiles balísticos, que se sumaba a los cuatro ensayos nucleares llevados a cabo por Pyongyang el mes anterior, cifra que después del último ensayo, realizado este mes, se ha elevado a cinco.

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