Sólo hay un 10% de extranjeros, pero los españoles percibimos que hay el doble

  • Las percepciones erróneas condicionan la convivencia, la integración y las políticas de inmigración. El rechazo a lo diferente explica la apreciación sobredimensionada.

    Se infraestima la inmigración semejante -la europea- y se sobreestima el número de refugiados, con gran presencia mediática. Creemos que hay ocho veces más musulmanes.

Sólo hay un 10% de extranjeros, pero los españoles percibimos que hay el doble
Sólo hay un 10% de extranjeros, pero los españoles percibimos que hay el doble

¿Cuántos inmigrantes hay en España? Según el último dato del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 1 de enero de este año había en España 4.418.898 extranjeros, de una población total de 46.438.422.

La estadística muestra que en la actualidad apenas uno de cada diez residentes en nuestro país tiene nacionalidad no española, una realidad que contrasta con la que perciben buena parte de los españoles, que considera que ese porcentaje es más del doble.

Estas percepciones equivocadas condicionan de diferentes formas la calidad de la convivencia, las posibilidades de integración y las políticas de inmigración y según los sociólogos pueden generar una preocupación injustificada y fenómenos de rechazo social.

Esta apreciación errónea de la realidad de la inmigración viene recogida en un sondeo, realizado en 14 países desarrollados, en el que la respuesta promedio en España, a la hora de preguntar sobre el porcentaje de inmigrantes que consideraban que había en nuestro país, fue del 23%, trece puntos porcentuales más de la tasa que recoge el INE en 2016.

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La encuesta Perceptions are not reality: Things the world gets wrong, realizada por la consultora Ipsos Mori, mostraba que la percepción de la inmigración está claramente sobredimensionada, y no sólo en España, y mucho más si esa inmigración procede de países muy diferentes al nuestro.

Para los ciudadanos encuestados, más de 11.000, la proporción media de inmigrantes era del 24%, algo más del doble del porcentaje real. Destacaba la desviación en Estados Unidos, donde consideraban que uno de cada tres ciudadanos era extranjero, cuando la realidad es que el porcentaje es del 12%; y en Italia,

donde la tasa de extranjeros es del 7% y consideraban los encuestados que había cuatro veces más.

Sin duda, estas percepciones erróneas suponen un importante problema a la hora de impulsar un debate público y a la hora de poner en marcha políticas, destacaba el informe, en el que se aseguraba que las prioridades públicas podrían ser diferentes si se tuviese una visión más clara de la magnitud de la inmigración.

Según destaca un reciente informe de CaixaBank elaborado por Àlex Ruiz, economista en el Departamento de Macroeconomía del Área de Planificación estratégica y Estudios de CaixaBank, el porcentaje de inmigrantes en el conjunto de los países de la OCDE rondaba en 2014 el 13%, una tasa "que a pesar de los fuertes vaivenes cíclicos de las economías avanzadas en los últimos años, ha variado solo de forma gradual: en 2000, la proporción era del 10%".

Destaca el economista el aumento de 8,4 puntos porcentuales de la proporción de inmigrantes en España entre 2000 y 2014, una evolución que podría explicar la preocupación de la opinión pública sobre el fenómeno inmigratorio, preocupación que puede estar alimentando el sesgo de percepción.

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El número de refugiados, sobreestimado

El informe señala que un segundo error de percepción se centra en el ámbito de las categorías o tipologías de migrantes no tradicionales, como los acogidos por causas humanitarias. Mientras que la mayoría de los inmigrantes que entran en los países de la OCDE fueron lo que se denominan migraciones familiares -un tercio de total-, seguidos por los que proceden de países con acuerdos de libre movimiento de personas y por los que llegan por motivos laborales, muchos ciudadanos visualizan como una inmigración muy numerosa la que que llega por motivos humanitarios, que es prácticamente testimonial. 

Sólo el 9% de los flujos migratorios permanentes en los países de la OCDE correspondió a inmigrantes por razones humanitarias.

Un ejemplo, según el estudio Humanitarian Index de 2016, los alemanes y los franceses creían haber acogido cinco veces más refugiados sirios de los que realmente habían recibido. 

También en España hay una percepción de que hay muchos musulmanes. De media, los españoles estiman que hay un 16%, cuando la realidad es que hay apenas un 2%. El rechazo a los musulmanes en España han aumentado de manera progresiva. Cada vez se dan más delitos de odio y los ataques racistas son demasiado frecuentes.

Mientras se minimiza, por ejemplo, la inmigración generada por el libre movimiento de personas europeo, ya que estos extranjeros aparecen como semejantes en cuanto rasgos y costumbres y pasan desapercibidos entre la población original del país, se sobreestima la cantidad de refugiados, una categoría nueva, presente de forma continua en los medios de comunicación, que pese a todo ha mantenido los flujos de entrada en el periodo comprendido entre 2008 y 2014, según destaca CaixaBank.

Para Juan Carlos Jiménez Redondo, profesor titular de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales de la Universidad CEU San Pablo, la inflación de la percepción del número de inmigrantes siempre responde a un mismo patrón de hipertrofia de la inseguridad.

"El rechazo a la inmigración está en íntima relación con la percepción de los nacionales residentes de que los inmigrantes ponen en riesgo su estilo de vida, que consumen muchos más recursos del Estado del bienestar de los que realmente consumen y, en general de que son muchos más de los que son en realidad ya que se está expresando un deseo. Es decir, no sé realmente cuántos hay, pero como me gustaría que hubiera muy pocos, siempre diré que hay muchos, aunque no lo sepa con claridad. Además, expresan los nuevos componentes xenófobos presentes en las ricas sociedades europeas y americanas que temen perder sus tradicionales estándares de riqueza garantizados durante los últimos cincuenta años por los Estados", señala.

Respecto al efecto de estas percepciones erróneas, Jiménez Redondo asegura que contribuyen a incrementar los niveles de miedo e inseguridad social. "Además, suele presionar al decisor político a la hora de llevar a cabo determinadas políticas. Sobre todo, en el sentido de estimular determinadas decisiones que el decisor político puede llegar a considerar populares y que siempre coinciden con medidas restrictivas para los derechos o las necesidades de integración de los inmigrantes", asegura.Rechazo al diferente

Mientras, para el sociólogo Amando de Miguel, el odio a lo ajeno, a lo diferente, es lo que explica la percepción sobredimensionada del número de extranjeros. "Todos queremos ser homogéneos, ser del mismo pueblo. En el mundo en el que estamos se ha acabado. Es absurdo oponerse al extranjero, aunque sea solo por razones demográficas. En España la natalidad es la más baja del mundo y si no vienen inmigrantes jóvenes, no hay solución".

Respecto al efecto de la inmigración en las políticas, De Miguel señala que en España hay pocos inmigrantes y que además que los que hay -norte de África y Latinoamérica- se integran bien porque "seguimos el mismo ciclo cultural".

En línea con lo señalado por De Miguel, el último Eurobarómetro muestra que casi seis europeos de cada diez (un 58%) tiene una opinión positiva en relación con la migración de personas procedentes de otros Estados miembros de la UE. Sin embargo, el mismo porcentaje tiene una opinión negativa sobre la inmigración de personas procedentes de fuera de la UE.

Los europeos consideran que la inmigración y el terrorismo son los principales retos a los que se enfrenta la UE en la actualidad y  apoyan las prioridades políticas de la Comisión Europea. En las respuestas de los ciudadanos sobre sus principales preocupaciones, la inmigración sigue siendo el reto europeo mencionado con mayor frecuencia (48%).

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