En una decisión de septiembre de 2014, Bruselas impuso multas por un total de 138 millones de euros a cuatro sociedades (Renesas y Samsung, además de Philips e Infineon) por pactar precios e intercambiar información sensible sobre el mercado de chips de tarjetas en el espacio económico europeo.
En su sentencia de hoy, el TUE desestima los recursos de Philips e Infineon y avala la decisión del Ejecutivo comunitario, que consideró "correctamente" que estas empresas habían participado en "prácticas contrarias a la competencia".
El tribunal europeo constató "irregularidades" en el procedimiento, tal y como argumentaron las partes en sus recursos, pero ha concluido que no se ha demostrado que "de no existir tales irregularidades, la decisión hubiera sido diferente", por lo que no lo considera motivo para anular la sanción.
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