En la misiva, las siete trabajadoras del servicio transmiten a Pontón "la gravedad de la situación" que viven en su "tarea diaria como empleadas públicas de servicios sociales" en Vimianzo.
"Desde el pasado mes de febrero estamos siendo sometidas a presiones con el objeto de que aceptemos la precarización de nuestra situación laboral en el ayuntamiento, bajo pretextos y argumentos que sólo persiguen en la práctica la privatización del servicio público", explican en su texto, en el que culpan de las "presiones" tanto al alcalde como a otros miembros de su equipo de gobierno.
En concreto, refieren "presiones" de cargos del BNG para lograr que renunciasen a sus "derechos laborales" y aceptasen un nuevo contrato, pese a que algunas llevan "más de 10 años de prestación ininterrumpida".
Es en este contexto en el que denuncian "la utilización" del regidor vimiancés de "su posición de poder" y requieren a la líder nacionalista que, a la vista del "compromiso" del Bloque "en defensa de los servicios públicos", impida "la precarización laboral y la privatización" del servicio de ayuda en el hogar.
"GESTIONES" CON EL ALCALDE
En paralelo, piden a la dirección de la formación frentista que haga "las gestiones oportunas con el alcalde" de Vimianzo para "poner fin a sus presiones y amenazas" y para que se "restablezca la normalidad en las relaciones laborales del servicio".
De paso, solicitan una entrevista "a la mayor brevedad posible" para exponer "en detalle" a Ana Pontón "la grave situación" que están padeciendo para que pueda "conocer de primera mano todos los datos".
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