Trump y Clinton buscan consolidar ventaja en primarias de EEUU

El aspirante republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton enfrentan este martes una jornada potencialmente decisiva en Arizona, Utah e Idaho para consolidar sus liderazgos en las primarias partidarias de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Demócratas y republicanos comenzaron la votación en Arizona, un estado donde el tema migratorio tiene gran impacto. También lo harán en Utah, al tiempo que los demócratas también realizan una consulta en Idaho.

En el campo republicano, Trump llega a estas primarias después de la velada amenaza formulada a su partido sobre eventuales "disturbios" en caso de que la convención partidaria decida desconocer el liderazgo que claramente ha construido en este proceso de elecciones internas desde el inicio de la campaña.

En tanto, entre los demócratas, a Clinton le alcanza con vencer ajustadamente o hasta empatar con el senador Bernie Sanders para mantener una enorme ventaja en el número de delegados, el camino para garantizar la nominación por el partido en la convención prevista para julio.

En la jornada, sin embargo, las declaraciones de los candidatos se centró en los atentados perpetrados en Bruselas que dejaron una treintena de muertos.

En declaraciones a la red de TV conservadora FoxNews, Trump reiteró su plan de bloquear el ingreso de musulmanes al país, alegando que "Bruselas era una bella ciudad, un lindo lugar con cero crímenes. Y ahora es una ciudad de desastres. Es un desastre total".

Por su parte, Clinton sostuvo en una nota oficial que "el terrorismo ha golpeado en el corazón de Europa, pero esta campaña de miedo y odio no triunfará".

El cuadro en el terreno republicano, a pesar del liderazgo evidente de Trump, no es tan definido, ya que el polémico millonario tiene que dividir los votos con otros dos candidatos -el senador Ted Cruz y el gobernador de Ohio, John Kasich- y por ello cada día disminuyen sus posibilidades de liquidar el pleito antes de la convención.

Para garantizar el número de delegados que selle su victoria, Trump precisa obtener algo más del 30% de todos los delegados aún en disputa en la primaria, una meta difícil pero no imposible de alcanzar.

El martes, en Arizona el vencedor en el pulso republicano se llevará todos los delegados (58), aunque en Utah la división se hará de forma proporcional.

De acuerdo con los sondeos, Trump deberá imponerse en Arizona con una cómoda ventaja, posiblemente superior a 10 puntos porcentuales, para alzarse con los 58 delegados.

Pero en Utah, a Trump seguramente le espera una derrota a manos de Cruz: este estado tiene la mayor concentración de mormones del país, cuya sede se encuentra en su capital Salt Lake City. El excandidato presidencial republicano y mormón Mitt Romney declaró la guerra abierta al millonario y pidió a los electores que apoyen a Cruz.

De esa forma, las encuestas indican que Cruz podría conseguir en Utah una victoria por un margen de hasta 20 puntos porcentuales, que de confirmarse sería la peor derrota de Trump en esta campaña electoral.

Kasich, en tanto, corre por el carril externo: favorito de la conducción del partido Republicano, difícilmente tendrá posibilidades de derrotar a Cruz y Trump pero es la pieza central en el engranaje que permitirá llevar la decisión a la convención nacional partidaria.

En tanto, entre los demócratas, Sanders difícilmente podrá detener la marcha imparable de Clinton, fundamentalmente debido al sistema proporcional de distribución de delegados.

Los sondeos indican que la exsecretaria de Estado tiene una ventaja de casi 30 puntos porcentuales en Arizona, aunque otorgan a Sanders una apretada victoria en Utah.

Debido al sistema de distribución de delegados, aunque Sanders gane por estrecho margen en este estado, se llevará apenas unos pocos delegados más que Clinton, por lo que resulta prácticamente imposible cerrar la diferencia que lo separa de la exsecretaria de Estado.

Por ello, el lunes se alzaron las primeras voces en el interior del Partido Demócrata sugiriendo que había llegado el momento de que Sanders conceda la victoria y piense en la unificación del partido.

La senadora demócrata Barbara Mikulski dijo a la prensa que "será casi imposible para el senador Sanders alcanzarla (a Clinton). Y él debería hacer los números y sacar sus conclusiones".

Por su parte, la senadora Claire McCaskill sugirió que había llegado el momento de que el partido se concentre en el adversario republicano. "Tengo la esperanza de que podamos comenzar a pensar en la unificación, porque muchos estamos perplejos de que podamos encontrarnos con un país conducido por alguien que parece ser un bufón", dijo, en referencia de Trump.

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