Turquía prepara una profunda reforma del ejército

El primer ministro turco, Binali Yildirim, se reunió este jueves con el consejo militar supremo (YAS) para abordar una profunda reforma del ejército, la mitad de cuyos generales están suspendidos, mientras la purga sigue golpeando de forma implacable a la prensa.

Nada se filtró del encuentro, que duró unas cinco horas, de Yildirim con lo que queda de la jerarquía militar turca: generales con semblante serio.

El viernes podría producirse un anuncio sobre las decisiones tomadas en esa reunión, que en principio debe precisar los reemplazos en los altos mandos militares.

La reunión no se celebró en el cuartel general del ejército, como es habitual, sino en la residencia del primer ministro, en Ankara.

El ministro de Interior turco, Efkan Ala, había anunciado poco antes a la agencia TGRT/Ihlas que se equipará a la policía con armas pesadas, una medida a todas luces destinada a contrarrestar el poder del ejército.

El poder islamoconservador del presidente Recep Tayyip Erdogan intensificó estos últimos días "la gran limpieza" destinada a dejar fuera a los partidarios del predicador exiliado en Estados Unidos Fethullah Gülen, a quien acusa de haber organizado el golpe de Estado, algo que el predicador niega.

Así, 149 generales y almirantes fueron expulsados del ejército el miércoles por su "complicidad en el intento de golpe de Estado", según un decreto oficial.

Entre estos, se encuentran 87 altos cargos del ejército de tierra, 30 de la fuerza aérea y 32 de la marina. Además, 1.099 oficiales fueron excluidos por causa de indignidad.

Este jueves, unas horas antes de la reunión del YAS, dos de los más importantes generales dimitieron: el jefe del ejército de tierra, el general Ihsan Uyar, y el jefe de los "entrenamientos y de la doctrina de comando", el general Kamil Basoglu, informó la agencia de prensa Dogan.

El YAS tenía previsto decidir este jueves quién sustituirá a una parte de estos responsables.

Una facción del ejército -alrededor de un 1,5% según cifras oficiales- se sublevó contra el poder en la noche del 15 de julio, utilizando cazas y helicópteros y sembrando el pánico en las calles de Ankara y Estambul. La intentona golpista dejó 270 muertos.

Además del ejército, los medios están en el punto de mira de las purgas. El miércoles se anunció oficialmente el cierre de más de 130: 45 periódicos, 16 cadenas de televisión, tres agencias de prensa, 23 emisoras de radio, 15 revistas y 29 editoriales.

Algunos ya habían dejado de difundir información este jueves. El experiodista de Today's Zaman Abdullah Bozkurt, que fundó una agencia de prensa después de que el diario fuese tomado por e poder, denunció en su cuenta de Twitter "el cierre ilegal" de su medio.

Estas medias se añaden a los 89 mandatos de arrestos emitidos contra periodistas entre el lunes y el miércoles por estar vinculados a la red del predicador Gülen, según el gobierno.

Varias organizaciones de defensa de la libertad de prensa condenaron la clausura de medios y las órdenes de arresto.

La Federación Internacional de Periodistas (FIJ) instó a la Unión Europa a presionar al presidente Erdogan para que respete la libertad de prensa.

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