Tusk, que en ese momento era primer ministro, tendrá que testificar el 5 de julio por una posible negligencia de las autoridades polacas de la época por no solicitar al Gobierno ruso que un equipo de forenses polacos realizara las autopsias de las víctimas, según ha informado un portavoz de la Fiscalía a la agencia de noticias PAP.
En 2011, la Justicia polaca empezó a cuestionar las autopsias rusas y ordenó exhumar los cadáveres de algunas víctimas, tras lo cual se determinó que el 90 por ciento de los registros médicos realizados por los expertos rusos eran incorrectos.
La hipótesis de la negligencia es solo una de las siete líneas de investigaciones abiertas en Polonia, que se retomaron cuando el Partido Ley y Justicia (PiS), dirigido por el hermano gemelo del fallecido presidente, Jaroslaw Kaczynski, llegó al poder, en 2010.
Será la segunda vez que Tusk tenga que declarar como testigo. El mes pasado ya lo hizo, también en calidad de testigo, por un caso de abuso de poder y negligencia por la supuesta colaboración entre el Servicio Militar de Contrainteligencia de Polonia y el Servicio de Seguridad Federal (FSB) ruso.
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