La UE no logra definir si renueva autorización del glifosato

La Unión Europea (UE) volvió a posponer este jueves su decisión sobre el glifosato, sustancia activa utilizada en los herbicidas cuya autorización debe renovar pero cuyas consecuencias sobre la salud humana son objeto de debate.

La Comisión Europea, ante la indefinición de los Estados miembros sobre la autorización del glifosato, decidió no someter al voto de un comité de expertos la renovación de uso por 9 años de esta sustancia.

"La Comisión dejó claro que no procedería [a la votación] sin una sólida mayoría cualificada de los Estados miembros", indicó un portavoz de la institución en un comunicado.

El portavoz recordó que si no se toma una decisión antes del 30 de junio "el glifosato ya no será autorizado en la UE y en los Estados miembros".

Esta es la segunda vez que la Comisión decide no someter a voto esta renovación, que respalda.

En marzo, al no hallar una mayoría cualificada para expresarse sobre el tema, Bruselas pospuso el voto que debía llevar a cabo un comité de expertos de los países miembros.

Entonces, la Comisión proponía renovar la autorización por 15 años. De cara a la reunión del comité de expertos, compuesto por representantes de los 28 países de la UE, del miércoles y jueves, rebajó a 9 años el periodo de autorización.

Ante este revés, la Comisión no precisó si preveía una nueva reunión del comité. Una fuente cercana indicó a la AFP que Bruselas estudiaba "diferentes opciones".

Una fuente diplomática señaló que "Francia e Italia insistieron en que no podían decidir una autorización sin que hubiera un estudio claro de la ECHA (la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas)".

En debate están las consecuencias de esta sustancia presente en los herbicidas en la salud humana. Los estudios divergen.

Bruselas asegura que debatió el tema con los 28 países de la UE y que tomó en consideración algunos de sus pedidos, así como la opinión del Parlamento Europeo que reclamó una autorización de sólo 7 años, según un portavoz de la Comisión.

También incluyó en sus consideraciones los últimos estudios sobre esta sustancia, en particular el de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que juzgó como "improbable" que el glifosato fuera cancerígeno.

Una opinión aplaudida por la industria agroquímica, pero en contradicción con la emitida antes por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por su siglas en inglés), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calificó al glifosato, presente entre otros en el Roundup de Monsanto, uno de los herbicidas más vendidos en el mundo, de cancerígeno "probable para el hombre".

Un reciente estudio conjunto de la OMS y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estima por su parte como "poco probable" que el glifosato sea cancerígeno "en los humanos expuestos a través de la alimentación".

"Francia se opone" a la propuesta de la Comisión, señaló en un comunicado la ministra de Medio Ambiente francesa, Ségolène Royal, destacando que Alemania, Italia, Suecia, Austria y Portugal "hicieron saber que se abstendrían o que votarían en contra".

Royal, que ya prohibió la venta a los particulares del herbicida Roundup en Francia, hizo campaña, según el comunicado, para que no se renueve la autorización del glifosato, a pesar de la oposición de una parte de la industria agrícola francesa.

El glifosato es el "pesticida más utilizado en el mundo y en la Historia", lo que explica la crispación sobre su autorización, subrayó Vito Buonsante, de la ONG ClientEarth.

"La presión ciudadana obligó a los responsables políticos a apegarse al principio de precaución", analizó Pascal Vollenweider, del grupo de organización Avaaz.

Para Greenpeace "es hora de que la Comisión cambie el rumbo".

Para la industria agroquímica este nuevo episodio en la autorización, o no, del glifosato, echa sombras en la credibilidad del sistema regulatorio europeo.

Este aplazo "expone a una aguda politización el proceso regulatorio" en la UE, estimó en un comunicado el Glyphosate Task Force (GTF), que reúne a las empresas agroquímicas.

"El GTF considera que esta situación es discriminatoria, desproporcionada y completamente injustificada", dijo Richard Garnet, presidente del GTF.

En tanto, el vicepresidente de Monsanto de asuntos públicos, Philip Miller, urgió a que los Estados miembros "renueven rápidamente" la autorización del glifosato y consideró que este nuevo aplazo "no está justificado científicamente".

El uso de herbicidas que contienen glifosato se generalizó rápidamente desde que salió al mercado en la década de 1970. Con el desarrollo de cultivos transgénicos resistentes a esa sustancia, como la soja RR (Roundup Ready) de Monsanto, su uso se generalizó aún más.

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