La UNSMIL expresa su preocupación por la creación de la Guardia Nacional y su despliegue en Trípoli

  • El jefe de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), Martin Kobler, ha expresado este miércoles su preocupación por la creación de la Guardia Nacional --una nueva coalición de milicias-- y su despliegue en la capital, Trípoli.
EUROPA PRESS

La nueva coalición, principalmente de la localidad libia de Misrata, anunció la semana pasada su apoyo al ex primer ministro Jalifa Gwell, quien ha ganado peso en las últimas semanas tras su intento de golpe de Estado en octubre de 2016.

En su comunicado, Kobler ha reiterado su "apoyo total" al Acuerdo Político para Libia, advirtiendo contra "los intentos de lograr ganancias políticas por la fuerza".

"Los intentos de crear organismos paralelos y obstruir la aplicación del Acuerdo Político Libio generarán más desorden e inseguridad", ha recalcado, abogando por "un Ejército libio unido que opere bajo control civil".

Asimismo, ha pedido un nuevo diálogo político "fundamentado en los principios de inclusividad y acuerdo", así como "esfuerzos serios por la reconciliación nacional".

El nuevo grupo afirmó que "trabajará para proteger las instalaciones del Estado y las fronteras de Libia", asegurando que además "combatirá el caos provocado por la difusión de armas", "defenderá las embajadas y misiones diplomáticas extranjeras" y "luchará contra la inmigración ilegal".

De esta forma, la Guardia Nacional Libia entraría en conflicto con las funciones de la Guardia Presidencial, asignada por el gobierno de unidad, creado con mediación de Naciones Unidas y al que el nuevo organismo ha dicho no reconocer.

Las fuerzas de Gwell, que no reconoce al Gobierno de unidad --encabezado por el Consejo Presidencial--, han ganado fuerza en las últimas semanas en Trípoli, llegando a tomar tres ministerios a principios de enero.

El gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.

Gwell y otros miembros del Consejo General Nacional (CGN) --antiguo parlamento libio-- tomaron el 14 de octubre el hotel Rixos de la capital, si bien el gobierno de unidad continuó con sus limitadas funciones.

El Consejo Presidencial --que encabeza el primer ministro de unidad, Fayez Serraj-- ha estado utilizando el hotel Rixos como sede desde que se hizo con la autoridad en Trípoli, después de que los miembros del gobierno autoproclamado abandonaran sus cargos.

Los apoyos a Gwell fueron limitados en un primer momento, si bien la milicia Sala de Operaciones de los Revolucionarios de Libia le declararon su respaldo posteriormente.

A ella se han unido milicianos leales al gran muftí del país, Sadek al Ghariani, y varias brigadas de la localidad de Misrata. Las tensiones se dispararon a finales de noviembre con el asesinato del clérigo Nadir al Omrani, mano derecha de Al Ghariani.

El gran muftí de Libia ha sido uno de los representantes más visibles al gobierno de unidad, y en marzo emitió una 'fatua' declarando "diez años de yihad" contra estas autoridades.

Al Ghariani cuenta además con el respaldo de la Brigada de Defensa de Benghazi --que le ha jurado lealtad--, contra la que combaten las tropas leales al mariscal de campo Jalifa Haftar en esta ciudad.

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