Unanimidad en la Asamblea contra el "autobús de la vergüenza" y para retirar la condición de utilidad pública a HazteOír

En el pleno de la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli ha sido la encargada de defender esta iniciativa de su Grupo que pide recordar a los equipos directos de los centros educativos que perseveren en la educación de los principios y valores democráticos siendo especialmente "cuidadosos y escrupulosos" en el material difundido entre el alumnado o usado para la función docente.

Aboga también por desarrollar políticas para preservar "una buena e inclusiva convivencia en los centros escolares entendiendo la diversidad como valor y creando las condiciones para prevenir cualquier acoso o discriminación" y por exigir la retirada de textos LGTBfóbicos. Además, se aboga por elaborar un estudio sobre la situación de acoso por LGTBIfobia en centros educativos y hacer un plan integral que luche contra ello.

A la vista de lo sucedido las últimas semanas, la propia Antonelli ha enmendado su texto con la vista puesta en el "autobús de la vergüenza y la transfobia en estado puro" de Hazte Oír que ha circulado por las calles de Madrid y que ha sido paralizado.

Un autobús que "insulta, veja e incita al odio contra las niñas y niños transexuales desde un comportamiento agresivo y de acoso", ha denunciado.

En las enmiendas se apuesta por la apertura inmediata de un expediente sancionador contra este autobús "en cuanto se tenga conocimiento de la posible comisión de una infracción administrativa" en la Ley contra la LGTBIfobia de la Comunidad y por instar al Gobierno central a que realice las actuaciones necesarias para retirada de la condición de entidad de utilidad pública a Hazte Oír.

A este respecto, la parlamentaria ha dicho que esta condición supone a Hazte Oír una serie de beneficios, entre otros, fiscales, que les ha llevado a tener un presupuesto de 2,6 millones de euros. "2,6 millones de euros al servicio del ocio y ahora contra los menores transexuales", ha denunciado.

Antonelli ha señalado que este autobús supone una infracción muy grave de la ley autonómica contra la LGTBIfobia e incluso puede incurrir en una delito contra la dignidad de las personas transexuales tipificado en el Código Penal.

La parlamentaria ha dicho que este autobús se sacó a la calle con una "premeditación perfectamente planificada a medida que se les iban poniendo obstáculos" a sus impulsores, y ha asegurado que esta "incitación al odio ya se está cobrando sus primeras víctimas directas" con niños a los que les bajan los pantalones en los colegios para ver si tenían pene o vagina o con reproducciones de esos carteles colgados a las puertas de los colegios con esvásticas sobre ellos.

(HABRÁ AMPLIACIÓN)