Uruguay: coalición de izquierda gobernante a prueba con elecciones internas

La coalición de izquierdas Frente Amplio, en el gobierno de Uruguay, se somete a prueba este domingo al celebrar sus elecciones internas de autoridades e instancias representativas en medio de una crisis por diferencias internas, escasa militancia y críticas variadas.

Este domingo los afiliados al FA deberén votar cinco instancias: para escoger la presidencia de la coalición, los representantes del Plenario Nacional de los sectores políticos que la componen y los de las bases militantes, los presidentes de las secciones departamentales (provinciales) y la representación en los plenarios departamentales.

Entre los aspirantes a presidir la fuerza, que ejerce su tercer período consecutivo de gobierno en Uruguay figura Javier Miranda, un independiente dentro del FA, hijo de un militante comunista muerto durante la última dictadura militar (1973-85) y secretario de Derechos Humanos de la Presidencia.

El complejo sistema de votación es una especie de termómetro de la correlación de fuerzas internas del FA en el actual contexto político y económico, sobre todo por crecientes pedidos de autocrítica, revisión de sus estatutos y reclamos de renovación de cuadros de dirigentes.

Las diferencias y reclamos quedaron aún más expuestos tras el anuncio del gobierno en mayo de un paquete de medidas de ajuste que incluyeron alza del impuesto a los ingresos de entre 4 y 6 puntos porcentuales para las cinco franjas más altas de renta.

En la interna hay bandos definidos: por un lado a los afines al presidente uruguayo Tabaré Vázquez -en su segundo mandato- y su ministro de Economía, Danilo Astori, y los sectores más volcados a la izquierda como los exguerrilleros tupamaros liderados por el exmandatario José Mujica (2010-2015) y los comunistas, que quieren que el timón gire más hacia la izquierda, principalmente en el plano económico.

Esto también quedó reflejado en la postura hacia la crisis política en Venezuela en la que Vázquez ha sido más cauto y menos condescendiente que Mujica.

Vázquez, con altibajos en su popularidad, ha encontrado en algunos temas considerable oposición de varios sectores dentro del mismo FA y el gobierno ya no tiene la misma fuerza que tuvo al inicio.

La baja militancia y el desinterés también reflejan un desgaste: en las internas de 2002 los votantes rondaron los 220.000, pero en 2012 la cifra bajó a 170.000.

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