Si se trata de encontrar un artículo extravíado, lo mejor es acudir a la Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Zaragoza, situada en el cuartel del barrio de La Paz. Ahí, y según ha indicado a Europa Press el oficial y responsable de la oficina, José Manuel Sanz, se han contabilizado durante este año 2016, más de 15.000 objetos, lo que representa una media de entre 1.200 y 1.300 mensuales, y unos 60 ó 70 al día.
Hasta el momento, 5.000 han vuelto a manos de sus dueños. La mayoría son gafas, llaves, carteras y paraguas. Como dato curioso, las llaves, tanto de viviendas, como de vehículos, se acumulan "a miles". Como en toda buena oficina de objetos perdidos que se precie, se depositan cosas que tienen una difícil salida, y que, incluso, en ocasiones, da vergüenza hasta preguntar por ellas. Las dentaduras postizas se llevan la palma, seguidas de prótesis varias, muletas, audífonos o sillas de ruedas.
Son muchos los ciudadanos, y cada día más --desde la oficina calculan entre un 5 y un 7 por ciento más que en 2015--, los que se acercan a depositar enseres ajenos encontrados. También taxistas, que tienen la obligación de entregarlos en un plazo inferior a 24 horas, y Auzsa, la concesionaria del bus urbano, que lo hace semanalmente. Cada día, y según ha afirmado Sanz, los funcionarios de esta comisaría reciben una media de "150 llamadas preguntando por algún objeto".
En el caso de documentación o tarjetas de crédito, la Policía Local se pone en contacto con los interesados para comunicarles el hallazgo. Los objetos que no son reclamados en dos años son entregados a asociaciones benéficas.
"En verano hay más movimiento en la vía pública debido al buen tiempo y las vacaciones, entre otros factores. Mucha gente se mueve por la calle, buses, bares y restaurantes y el riesgo de perder nuestros objetos es mucho mayor que durante el resto del año", ha apuntado José Manuel Sanz.
957 OBJETOS EN LA ESTACIÓN DELICIAS
En lo que va de año, a la Oficina de Objetos Perdidos de la Estación Delicias han llegado 957 artículos. Según ha afirmado la portavoz del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Marimar Ruiz, el personal de seguridad es quien más cosas recoge, seguido del personal de las contratas de limpieza de trenes y de la propia estación; los trabajadores del Centro de Servicios de Renfe (sala VIP) y, por último, los de los locales comerciales.
Gafas, paraguas y ropa encabezan la lista. Una tendencia que no siempre ha sido así. "Hasta hace pocos años, los móviles eran los objetos más perdidos", ha apostillado Ruiz, que cree que "debido al elevado precio de los smartphones y a las 'apps' de localización es menos fácil olvidarlo, ya que estamos muy pendientes de ellos".
En 2015, esta Oficina registró un total de 1.185 objetos, de los cuales 522 fueron retirados, es decir, un 44 por ciento de ellos. Un porcentaje "más alto con respecto a años anteriores", ha señalado Marimar Ruiz. "Quien se deja una tablet, e-book, móvil o un reloj es fácil que lo reclame, no así quien se deja un jersey o un paraguas", ha agregado.
Estos objetos no reclamados, 663 en 2015, se almacenan durante dos años en la estación Delicias. Transcurrido ese tiempo, o son requeridos por quien los encontró en un primer momento, o son donados a entidades benéficas. Las carteras con documentación son entregadas a la Policía, ya que sí es posible encontrar a sus legítimos dueños.ç
UN RELOJ CARO
Las buenas obras pueden tener recompensa. Así, y según ha explicado Ruiz, un usuario de Renfe encontró un reloj de lujo de la casa alemana Montblanc. Nadie lo reclamó en dos años, y finalmente, acabó en manos de quien un buen día, decidió hacer algo bueno por otra persona.
En los últimos años la oficina de la estación ha visto pasar por sus instalaciones objetos cuanto menos curiosos. Una tabla de surf, trajes de neopreno, dentaduras postizas, aparatos para pinchar insulina, jaulas de pájaros, carros de bebés o muletas, entre otros.
El tráfico de trenes en Delicias es "muy homogéneo a lo largo de todo el año", por lo que si hay que destacar unas fechas en las que más cosas se pierden sería "durante las Fiestas del Pilar", días en las que "más gente pasa por la estación", ha precisado la portavoz de ADIF.
AEROPUERTO DE ZARAGOZA
El Aeropuerto de Zaragoza recoge estos meses de verano buena parte de los objetos perdidos del año. A mayor tráfico de vuelos comerciales, más usuarios y. por tanto, más despistes. En estas instalaciones y según ha asegurado una de las responsables de la Oficina de Información de Aena, María José Martínez, "se pierden, sobre todo aquellas cosas que los viajeros llevan consigo antes del embarque, como móviles, documentación, cinturones, ordenadores portátiles y llaves".
Aunque también aparecen objetos más inusuales como sillas de niños o muletas. Todos ellos acaban formando parte de un registro que se renueva trimestralmente. "Cada dos o tres meses nos llevamos todo y se lo entregamos a la Policía Local", ha dicho Martínez.
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