A Sánchez no le salen las cuentas para ser presidente: Barones y Ciudadanos le dan la espalda

    • A Sánchez sólo le valdría un acuerdo con Ciudadanos, con el voto a favor o la abstención de Podemos.
    • El socialista tiene además en contra el voto de los independentistas, de los lo que los barones socialistas no quieren ni oir hablar.

Pedro Sánchez, en una sesión en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez, en una sesión en el Congreso de los Diputados.

Sólo Pedro Sánchez tiene en su cabeza las sumas que podrían darle la presidencia. Porque teniendo en cuenta las exigencias de otros partidos en las negociaciones, y las de sus propios barones, la aritmética no termina de cuadrar para que el socialista llegue a ser investido.

Su sorpresa de dar consultar a las bases cualquier acuerdo de gobierno sorprendió a los pesos pesados socialistas, pero no será tan determinante como parecía cuando lo anunció ya que no sería vinculante y será el Comité Federal el que decida y de el visto bueno a cualquier tipo de pacto. Sánchez ha dedicido jugársela a todo o nada. Hablará con Podemos y Ciudadanos en el momento en el que el Rey le de vía libre para formar gobierno, pero las cuentas parecen imposibles después que el partido de Rivera haya vuelto a reiterar que no tendrá su apoyo si en la alianza está Podemos y mucho menos si están los partidos independentistas. Esto significaría nuevas elecciones y ahí los barones le han ganado la partida a Sánchez fijando la fecha de las primeras para el mes de mayo, es decir que el PSOE elegiría a su Secretario General y candidato a la presidencia antes de la cita electoral, cuya fecha más probable sería en junio.

El comité federal de este sábado volvió a poner de manifiesto el rotundo rechazo de los dirigentes autonómicos a un acuerdo con Podemos. Sólo se aceptaría si, en ese caso, el pacto incluye también a Ciudadanos, como es exigencia de la lideresa andaluza, Susana Díaz.

Díaz, y los presidentes de Asturias, Javier Fernández y Aragón, Javier Lambán, avisaron también a Sánchez de que no aceptarían que fuese investido con el apoyo, por activa o por pasiva, de los independentistas. Sánchez les ha prometido no buscar su respaldo en las negociaciones. A un acuerdo con Podemos y PNV, Ciudadanos y PP votan en contra. No obstante, las formaciones nacionalistas están en este momento más por el no que por el sí.

Hasta ahora, la dirección ha insistido en que no va a buscar el apoyo de estos partidos, pero esta misma semana el secretario de Organización, César Luena, ya dijo que el PSOE no podía fijar el sentido del voto de nadie.

La desconfianza hacia Podemos es patente. El presidente de Asturias, Javier Fernández, fue rotundo en sus críticas a Iglesias: "En meses fue capaz de pasar de revolucionario a reformista, del chavismo a la democracia nórdica". Por su parte, el extremeño Guillermo Fernández Vara dejó claro que el PSOE nada tiene que ver con el independentismo. "En Extremadura nos matan", resumió gráfico. Por su parte, Javier Lamban, presidente de Aragón fue contundente: "Pedro Sánchez no puede ser presidente con el permiso de los independentistas. Sería el patíbulo definitivo del PSOE".

Si Sánchez logra el apoyo de Rivera tendrá 130 escaños a favor, posiblemente 132 si cuenta con los de Unidad Popular. En ese caso, debería ganarse también el respaldo de Podemos (sumaría 201), o bien su abstención. En contra tendría, hoy por hoy, a PP, ERC y DiL. Esto es 140 escaños, sin contar con lo que pueda hacer finalmente Coalición Canaria, PNV y Bildu. En ese caso, Sánchez podría ser investido. Aunque no está tan claro que Iglesias apoye un gobierno que no pase por la propuesta ofrecida a Sánchez. En ese caso, los votos en contra serían más que a favor, y la investidura quedaría descartada. A Eduardo Madina, que fue rival de Sánchez por la secretaría general, tampoco le salen las cuentas: "No me trago la ficción de que la izquierda es mayoritaria. La suma de Podemos, PSOE más IU sigue sumando hoy menos que la de PP y Ciudadanos".

Según las posturas actuales, los votos en contra al acuerdo PSOE-Podemos-IU (161 escaños) son los del PP, Ciudadanos, ERC y DiL, 180 en total. Quedan pendientes PNV. Bildu y Coalición Canaria, esto es, otros diez. Insuficientes para la suma.

Ciudadanos: El secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, se mostró este mismo sábado convencido de la posibilidad de llegar a acuerdos con el PSOE, si bien insistió en que el partido no formará parte ni apoyará a ningún gobierno en el que esté Podemos ya que para ese acuerdo. La formación de Rivera ha movido su abstención afirma que notará "no" a cualquier gobierno en el que esté Podemos.

Podemos: La postura de los de Iglesias sigue inamovible, y es la de la oferta planteada tras su encuentro con Felipe VI: un gobierno en el que el líder 'morado' se reserva la vicepresidencia y con la mitad del Consejo de Ministros controlado por su partido. Pese a que Iglesias desplazó entonces la condición de una consulta en Cataluña a una reforma constitucional para un "nuevo encaje", sus líderes autonómicos, en especial los catalanes, siguen marcando esa línea roja. Iglesias insiste en que no habrá exigencias y que la negociación puede ser flexible, aunque no indica cuánto. Sobre la postura ante un gobierno PSOE-Ciudadanos, sin ellos en el gobierno, silencio.

PP: La propuesta de Rajoy es también la misma: gobierno de concentración con el PSOE y Ciudadanos. La única combinación que al presidenet en funciones le parece "sensata". Para permitirlo, Rajoy está dispuesto a cesiones: la primera la anunció esta misma semana, está dispuesto a apoyar a los socialistas en ayuntamientos y comunidades autónomas en las que dependen de Podemos, si los de Iglesias les retiran su apoyo. También se muestra flexible en otras cuestiones, como la negociación para la reforma laboral o la ley de educación. No descarta, incluso, que Sánchez pueda ocupar la vicepresidencia.

ERC: El apoyo de los republicanos catalanes parecía fácil para Sánchez, pero en los últimos días ha dado un giro inesperado: votarán "no" en una hipotética sesión de investidura de Sánchez, incluso con apoyo de Iglesias, si estos no reconocen la "soberanía plena" del Parlament de Cataluña para decidir sobre su futuro. Si no hay acuerdo sobre esto, en los palnes de los republicanos no entra ni siquiera la abstención. Desde Podemos tratan de convencerlos en los últimos días de que la mejor opción para Cataluña sería un Gobierno de izquierdas en el resto del Estado.

Democracia i Llibertad: La postura es la misma que ERC. Votarán "no" a la investidura de un presidente del PP y también al de uno del PSOE que presida un gobierno conjunto con Podemos. La razón, la propuesta de ese gobierno de izquierdas les resulta muy diluida. Sólo quieren la independencia.

Unidad Popular: Alberto Garzón se ha mostrado favorable a apoyar la propuesta de Gobierno de Podemos al PSOE, y se ha ofrecido incluso como mediador de un posible acuerdo. Eso sí, la coalición someterá a consulta de sus bases cualquier acción sobre su participación en este pacto.

PNV: La postura de los nacionalistas vascos es ambigua. "No descarto ninguna opción en este momento", dijo su presidente, Andoni Ortúzar, hace unos días. Exigen al PSOE cambiar la ley de referéndum de 1980, que determina la competencia exclusiva del Estado, para negociar su apoyo.

Coalición Canaria: Su diputada, Ana Oramas, trasladó esta semana al Rey que no ha recibido ninguna oferta de negociación. El partido no compromete el apoyo ni al PP ni al PSOE, afirma que apoyará un Gobierno estable. Y eso, sí, en el que no esté Podemos.

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