Las opiniones personales no tienen cabida en el Partidos Socialista. Lo vimos hace unos días con la Ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, corrigiendo a su secretario de Estado con las pensiones por viudedad y vuelve a repetirse esta semana con las declaraciones de Miquel Iceta.
El primer secretario del PSC declaraba el martes a un diario vasco que "si el 65% de los catalanes quiere la independencia, la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar eso". El político catalán abría así la posibilidad de una salida constitucional al conflicto catalán que pasaría por conceder la independencia al territorio si cuenta con un apoyo mayoritario de la sociedad catalana.
La respuesta de sus filas no se ha hecho esperar. José Luis Ábalos, secretario de organización del PSOE, se ha desmarcado de las declaraciones de Iceta y se ha limitado a decir que el Partido Socialista trabaja "para evitar que se dé ese 65% de independentistas", pero ha evitado confirmar que, de superarse ese apoyo, tomarían medidas para permitir la la independencia.
En relación a la ausencia de Cataluña en los 110 puntos que guiarán el proyecto socialista de cara a las elecciones generales, el político asegura que, aunque no la nombren explícitamente, "cuando hablamos de un modelo territorial de financiación, también hablamos de Cataluña".
Ábalos ha aprovechado para criticar el uso partidista que hacen otros partidos del problema catalán y asegura que los socialistas no quieren "sacar rédito" de este tema y apela al diálogo como herramienta de concordia. El secretario también ha mandado un mensaje a, quienes dice, son los responsables de la escalada independentista: "algunos que hablan de la unidad de España solo contribuyen a que esto aumente".
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